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Toprak Razgatlioglu ha sido la única barrera entre el dominio absoluto de Ducati y el resto de la parrilla durante los test de Superbikes en Phillip Island. Sin embargo, la prueba no ha estado exenta de complicaciones para el piloto de BMW, quien sufrió una fuerte caída en el inicio de la sesión del lunes que ha condicionado su rendimiento.
El actual campeón del mundo de Superbikes fue el único que logró inmiscuirse entre el ejército de Ducatis compuesto por Nicolo Bulega, Andrea Iannone, Danilo Petrucci y Álvaro Bautista, todos ellos dominadores de los entrenamientos y siempre en el top 5. Especialmente destacada fue la actuación de Bulega, quien se mostró imbatible en cada una de las cuatro sesiones de test.
A pesar de su caída, Razgatlioglu se mantuvo competitivo, aunque no sin consecuencias físicas. "Las dos primeras vueltas por la mañana fueron dolorosas, pero después me sentí mucho mejor", explicó el piloto turco. No obstante, prefirió no arriesgar en mojado: "No quería otra caída. Ahora, después del test, vuelvo a tener dolores por todo el cuerpo, sobre todo en el trasero", recoge Speedweek.com.
Más allá del dolor, el mayor problema para Toprak ha sido la configuración de la electrónica en su BMW. Tras la caída, el equipo ajustó la tracción, pero el turco aún no está del todo cómodo: "No hemos encontrado la puesta a punto ideal para carrera. Cambiamos los ajustes del control de tracción, pero todavía no está al 100%".
Este desajuste ha afectado la confianza del piloto: "Tengo miedo de abrir gas en algunas curvas. Cuando lo hago, noto movimientos en la moto, y eso no es normal". En comparación, destacó la estabilidad de las Ducati: "Ellos abren gas sin problemas y pueden cambiar de dirección con facilidad".
En cuanto al ritmo de carrera, Razgatlioglu ha mostrado un buen desempeño con el neumático duro, aunque su tiempo con la goma más blanda no ha sido el mejor. "Pierdo en el primer y tercer sector. Si mejoramos ahí un poco, podremos pelear contra Ducati", señaló con optimismo.
Razgatlioglu no tuvo dudas en señalar a Bulega como el hombre a batir: "Es fácil decir que es el favorito. Es fuerte y tiene el mejor ritmo". Sin embargo, también mencionó a otro rival peligroso: "Álvaro también es muy rápido".
Pese a todo, el turco confía en poder dar guerra: "Si logramos mejorar la moto para el viernes, creo que podemos pelear con Bulega por la victoria". Además, la previsión meteorológica podría jugar a su favor: "Las condiciones frescas nos pueden ayudar. Con calor, la situación cambia por completo".
Aunque los pronósticos apuntan a que podría haber lluvia durante el fin de semana, Razgatlioglu no se mostró preocupado por ello. "No, en absoluto", afirmó con rotundidad. Explicó que, en seco, la puesta a punto es más determinante debido a la mayor inclinación y el agarre. Sin embargo, en mojado, la electrónica toma el control en cuanto hay un poco de inclinación, lo que elimina muchas de las preocupaciones.
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El viernes será clave para ver si BMW consigue ajustar su electrónica a las necesidades de Toprak. De momento, Ducati ha demostrado ser la referencia, pero el campeón del mundo ya ha dejado claro que no se rinde. "Voy a intentar ganar", sentenció.