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La idea de una Yamaha con motor V4 suena como una revolución en MotoGP (que lo es, en cierto modo), pero en realidad es más un proceso a fuego lento. Paolo Pavesio, el nuevo jefe de Yamaha Racing en MotoGP (sustituyendo al ya jubilado Lin Jarvis), lo dejó claro durante las pruebas de invierno: el proyecto está en marcha, pero sin prisas. Lo que sí podría pasar en 2025 es que la marca de Iwata juegue una carta sorpresa con un wildcard en la segunda mitad de la temporada.
Desde que Massimo Bartolini aterrizó como director técnico en 2024, el enfoque de Yamaha ha sido doble: seguir desarrollando la M1 con motor de cuatro cilindros en línea y, al mismo tiempo, trabajar en la V4 sin comprometer el rendimiento actual. No se trata solo de cambiar el motor, sino de diseñar una MotoGP completamente nueva.
"La decisión de implementar un motor V4 significa construir una moto de MotoGP completamente nueva. Repito: completamente", explicó Bartolini en declaraciones recogidas por Speedweek. El cambio a un motor V4 implica rediseñar todo: chasis, aerodinámica y gestión electrónica. No es un simple cambio de piezas, es construir una moto desde cero y asegurarse de que puede ser competitiva desde el primer momento.
Pavesio insiste en que la prioridad es ser competitivos con la moto actual, pero no descarta que el V4 haga una aparición puntual en 2025 para empezar a probarlo en condiciones reales de carrera: "Para nosotros se trata de competir en las carreras año tras año y hacerlo lo mejor posible. Lo que puedo decir es que ciertamente no competiremos en una carrera V4 como equipo de carreras regular en 2025", afirmó.
Gracias a las concesiones que tienen ahora, Yamaha tiene margen para experimentar sin perder de vista su rendimiento en pista. Estas concesiones permiten realizar más pruebas y desarrollar la moto sin las limitaciones que enfrentan otros fabricantes, lo que podría acelerar la llegada de la nueva generación de Yamaha en MotoGP.
Mientras tanto, Fabio Quartararo sigue sacándole el máximo partido a la M1. En Sepang, dejó claro que aún hay vida en el motor en línea, pero las fluctuaciones en su rendimiento muestran que Yamaha necesita algo más para volver a la pelea por el título. El francés terminó tercero en los test de Malasia, pero en Buriram la historia fue distinta y cayó hasta la décima posición, un altibajo que preocupa dentro del box japonés.
El desarrollo del V4 avanza, pero sin fecha exacta para su debut como moto oficial. Todo apunta a que el piloto probador Augusto Fernández será el primero en llevarla a una carrera, en lo que podría ser el primer paso de Yamaha hacia un cambio de filosofía en MotoGP. "Es muy emocionante: por un lado, la moto actual intenta alcanzar a la competencia, y el proyecto V4 sigue su propio camino", destacó Pavesio. La gran incógnita es cuándo Yamaha decidirá dar el salto definitivo al V4 y si podrá cerrar la brecha con sus rivales antes de que la actual M1 quede completamente desfasada.
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Con 2025 a la vuelta de la esquina, Yamaha tiene una decisión crucial por delante: seguir puliendo su actual concepto o apostar definitivamente por la evolución. "Las concesiones nos dan la posibilidad de hacerlo y es bueno tener esta regulación", concluyó Pavesio. El wildcard con el V4 podría ser la primera muestra de lo que está por venir. Pero eso no sucederá hasta que Yamaha decida sorprender con el cuándo.