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Cuando hablamos de los peligros que enfrentan los motoristas en sus aventuras, solemos pensar en carreteras resbaladizas, conductores despistados o algún bache malintencionado. Pero la historia de Taddy Blazusiak, piloto profesional y campeón de SuperEnduro, nos recuerda que, a veces, los enemigos más peligrosos no son el asfalto ni la climatología, sino los actos deliberados de personas con intenciones siniestras.
Blazusiak utilizó su cuenta de Instagram para relatar el escalofriante incidente que sufrió mientras recorría un sendero en Estados Unidos. En pleno trayecto hacia su lugar de entrenamiento, un cable de alambre tensado entre dos árboles cruzaba su camino, oculto como una trampa mortal.
El impacto fue directo: el alambre golpeó su mentonera y su hombro derecho, dejándole profundas laceraciones en el rostro. Aunque sus heridas requirieron atención quirúrgica, el piloto reconoce que tuvo suerte. “Si el cable hubiera resbalado hacia mi cuello, probablemente no estaría escribiendo este post”, confesó.
Lo que comenzó como una advertencia personal en redes sociales se ha transformado en una conversación colectiva sobre un fenómeno que parece estar en aumento: trampas de alambre colocadas deliberadamente para lesionar a motoristas. En los comentarios de su publicación, numerosos usuarios compartieron experiencias similares, evidenciando que no se trata de un caso aislado.
Blazusiak fue piloto oficial de KTM durante varias temporadas
Para quienes no estén familiarizados con este tipo de ataques, una "trampa de alambre" consiste en tensar un cable entre dos puntos estratégicos con la intención de que quien lo cruce, generalmente a alta velocidad, sufra heridas graves o incluso mortales. Para los motoristas, el peligro es extremo: estos cables suelen ser invisibles a simple vista y el impacto puede ser devastador, especialmente si golpea el cuello o las extremidades.
En su publicación, Blazusiak no solo compartió imágenes explícitas de sus heridas (advertencia: no aptas para estómagos sensibles), sino que también lanzó un mensaje para toda la comunidad de motoristas off-road. “Hay personas lo suficientemente inestables como para intentar lastimar a otros solo porque odian las motos”, escribió. Y añadió: “Esto no es un accidente, esto fue premeditado. Alguien colocó ese cable a propósito. Espero que todos estén alerta”.
Aunque el piloto se mostró optimista sobre su recuperación, no pudo evitar reflexionar sobre lo que podría haber pasado: “No puedo dejar de pensar... ¿y si me hubiera dado directamente en el cuello?”.
Este incidente pone de relieve una vez más la importancia de usar equipo de protección adecuado. En este caso, el casco y las gafas de Taddy absorbieron parte del impacto, evitando un desenlace mucho más trágico. Sin embargo, no todo el equipo puede proteger contra actos deliberados como este.
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Hasta el momento, no se ha identificado a los responsables de este acto criminal, y la historia de Blazusiak se une a una larga lista de casos similares que han quedado sin resolver. La comunidad de motoristas pide acciones más firmes para prevenir este tipo de agresiones, pero las soluciones no son sencillas en caminos remotos y poco vigilados.
