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Presentada hoy en el EICMA 2024, la Fantic Imola 500 se perfila como una de las novedades más destacadas del segmento de motos deportivas para el carnet A2. Esta nueva propuesta de la casa italiana Fantic, conocida por su carácter retro y sus modelos off-road, marca un cambio de rumbo hacia el asfalto y el rendimiento deportivo. Inspirada en la Moto2 de Aron Canet, la Imola 500 no solo busca destacar por su apariencia, sino también por incorporar innovaciones tecnológicas y detalles de diseño que suelen reservarse para categorías superiores.
Bajo su elegante y afilado carenado, la Imola 500 monta un motor que ya hemos visto en acción en la Caballero 500: un monocilíndrico de 460 cc con doble árbol de levas (DOHC) de procedencia 100% italiana, cortesía de Motori Minarelli. No estamos hablando de un simple motor de relleno, sino de uno que, gracias a un pistón forjado de ADN racing, logra estirarse casi hasta las 10.000 rpm y generar 45 cv de pura diversión. Y para que esas caballerías se entreguen con elegancia y sin tirones, el sistema de ride by wire se encarga de afinar la respuesta.
Para esta Imola 500, Fantic ha optado por un chasis híbrido que combina aluminio y un enrejado de acero, consiguiendo un equilibrio entre rigidez y ligereza. Eso sí, uno de los detalles que más llama la atención es el basculante con abertura, una rareza en este segmento. Esta solución, más común en motos de competición, ayuda a bajar el centro de gravedad y mejora la estabilidad.
La Imola 500 no solo se ve bien, sino que también trae un equipamiento electrónico de serie que te hace cuestionarte si estás en una moto de categoría A2 o en algo mucho más premium. Un display TFT de 5 pulgadas se encarga de mostrarte todo, desde la velocidad hasta la playlist que estás escuchando, porque viene con conectividad Bluetooth. Además incorpora control de tracción ajustable y ABS cornering, cortesía de una plataforma inercial que haría sonrojar a más de una moto de precio superior.
El diseño de la Imola 500, con esos alerones afilados y una postura que invita a meterte en la cúpula, toma inspiración directa de las Moto2 y en especial de la moto pilotada por Aron Canet. No es solo una moto de paseo, es una declaración de intenciones de Fantic: quieren un trozo del pastel de las deportivas A2, y lo quieren con estilo. No es una casualidad que la hayan bautizado como "Imola", ese mítico circuito italiano que evoca historias de gloria y tragedia a partes iguales.
La Imola 500 compartirá protagonismo con su hermana menor, la Imola 125, que mantiene la misma estética y calidad ciclista, pero con un motor más amigable de 125 cc apto para el carnet de coche. Ambas estarán disponibles para 2025, y aunque los precios aún no se han confirmado, se rumorea que la versión de 500 cc rondará los 7.000 euros, colocándose como una opción tentadora frente a competidoras como la Yamaha R3 o la Honda CBR500R.
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