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Tom Pagès, el auténtico maestro del Freestyle Motocross (FMX), vuelve a sorprendernos. Esta vez no con uno de sus ya clásicos trucos imposibles sobre rampas gigantes, sino con una hazaña que rompe barreras, fronteras y cualquier idea preconcebida que tengas sobre lo que puede hacer un tipo montado en su moto.
Y no, no estamos hablando de otro truco más para sumar a su interminable lista de saltos de infarto. Esta vez, el bueno de Tom se fue a los Alpes franceses a mezclar la adrenalina del FMX con... ¡parapente! En su nuevo vídeo, Ride & Fly, Pagès hace algo que nadie había intentado antes: combina el pilotaje de una moto con el "speedriding", una modalidad extrema de parapente. Para quien no esté muy familiarizado con el término, el speedriding es básicamente una mezcla de esquí y vuelo en parapente a toda velocidad, pero esta vez, en lugar de unos esquís, tenemos una moto. Sí, leíste bien, una moto.
Imagínate la escena: Pagès arranca su moto en una pendiente abrupta de los Alpes, en el corazón de Les Portes du Soleil, y mientras desciende a toda velocidad, su parapente se despliega y lo eleva por los aires. Lo que sigue es una exhibición alucinante de control, equilibrio y mucha sangre fría, donde Tom no solo vuela sobre su moto, sino que también roza los 100 km/h en el aire antes de aterrizar suavemente y continuar su camino sobre dos ruedas
Si bien esto puede parecer una locura (y lo es), para Tom Pagès es la evolución natural de su trayectoria como pionero del FMX. En 2020, ya nos había dejado boquiabiertos con Flight Mode, un proyecto en el que lanzó su moto desde un acantilado de 135 metros y, como si fuera un videojuego, abrió su paracaídas para aterrizar suavemente. Pero claro, saltar desde un precipicio ya se le estaba quedando corto, así que decidió que era hora de no solo caer, sino de volar. Y así nació Ride & Fly.
Para lograrlo, Pagès tuvo que enfrentarse a varios retos técnicos y físicos. No es lo mismo saltar de un acantilado que mantener una moto de 105 kilos en el aire, todo mientras controlas la velocidad para que el parapente no se pliegue como una sombrilla rota. Así que, entre acelerones, vuelos rasantes y mucho ensayo y error, Pagès se entrenó como si fuera a protagonizar su propia entrega de Misión Imposible.
¿Sabías que Pagès se entrenó con Albert Baud, el mismo tipo que preparó a Tom Cruise para esas escenas de vértigo en Misión Imposible? Pues sí, el francés no escatimó en recursos y se rodeó de los mejores para dominar la técnica del speedriding. Porque claro, esto no es solo subirse a la moto y tirar para adelante. Pagès tuvo que sacar incluso una licencia de ultraligero para cumplir con las normativas aéreas, entrenar durante semanas en colinas de práctica, y hacer varias pruebas antes de estar listo para el gran día.
Aunque el resultado final parece casi mágico, lograrlo fue una verdadera odisea. El equipo detrás de Ride & Fly tuvo que trabajar durante dos años en este proyecto. Junto a su amigo y experto en speedriding, Valentin Delluc, Pagès dedicó incontables horas a diseñar el equipo adecuado, perfeccionar la técnica y encontrar el lugar perfecto en los Alpes donde realizar esta proeza.
El propio Tom se implicó al máximo, diseñando incluso un sistema de suspensión para su moto y cosiendo a mano su equipo de seguridad en su propio garaje. Tal cual, como si fuera un proyecto de secundaria pero con un parapente y una moto de por medio. Y por si fuera poco, tuvo que enfrentarse a los impredecibles caprichos de la naturaleza, lidiando con vientos cambiantes y terrenos irregulares.
El vuelo no fue simplemente una cuestión de acelerar y ver qué pasa. Pagès tuvo que mantener una velocidad precisa para que la vela del parapente se mantuviera inflada sobre su cabeza mientras descendía por la montaña. Y una vez en el aire, soltó el manillar para controlar la vela con las manos y maniobrar a través de los árboles, rozando la hierba y acercándose peligrosamente al suelo. Todo esto mientras alcanzaba velocidades de casi 100 km/h. Un error y la moto podría haber acabado empotrada en algún pino suizo.
Con Ride & Fly, Tom Pagès ha vuelto a demostrar que es uno de esos deportistas que nunca deja de innovar, de desafiar lo establecido. A sus 39 años, con múltiples victorias en los Red Bull X-Fighters y varias medallas en los X Games, el francés sigue ampliando los límites de lo que se puede hacer sobre una moto. Y si crees que después de esto no puede haber más, piénsalo otra vez. Conociendo a Pagès, seguro que ya tiene en mente su próximo truco, y quién sabe, quizás la próxima vez lo veamos aterrizando su moto en la Luna.
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Ahora podemos disfrutar de todo esto desde la comodidad de nuestras pantallas. Así que, si te quedaste con la boca abierta leyendo esto, prepárate para quedarte sin aliento viendo el vídeo de Ride & Fly. Porque Tom Pagès no vuela, se eleva a otro nivel.