 Por John Fernández@johnfervar |
El mercado de MotoGP está copado. Los pocos asientos que quedan suponen una auténtica pugna por ver quién se mantiene en la categoría reina o quién acaba venciendo y termina de salir por patas de MotoGP. Y parece que hay dos pilotos a los que el panorama no les pinta demasiado bien. Son Augusto Fernández y Jack Miller.
A Fernández le han despojado de su asiento en KTM: Virales y Bastianini han sido los elegidos para ser los futuros compañeros de Pedro Acosta y Brad Binder. Así que el refugio de Fernández podría pasar por retroceder un paso a Moto2 o bien dar el salto al Mundial de Superbikes.
Y parece que esta última será la opción elegida por el español. O eso ha dejado caer en sus últimas declaraciones a Motorsport: "Es muy complicado encontrar una MotoGP para la próxima temporada", arrancaba, sobre sus posibilidades de cara al futuro en la categoría reina del mundial.
"La idea es seguir con una moto grande, si no consigo nada en este paddock me iré a Superbikes, no bajaré a Moto2, eso seguro", continuaba el piloto español, confirmando una opción que hasta ahora no había despejado públicamente, saltar al WorldSBK.
La otra cara de la moneda es Jack Miller. A el también le han despojado de su asiento en KTM, y parece que sobre el plantel actual, su única opción pasaría por dar un paso atrás y retroceder a un equipo satélite. El más sonado para el piloto australiano es el Pramac, que busca piloto para su nueva andadura con Yamaha.
El todavía piloto de KTM tiene claro que su deseo es seguir corriendo en 2025, descartando por completo la idea de una retirada prematura para trabajar en el desarrollo de un prototipo como hará Aleix Espargaró al término de la presente campaña: "No puedo pensar en ser probador en este momento, no me considero como tal. Disfruto demasiado con esto, disfruto con las carreras. No disfruto con la faceta de probador, lo hago porque me gusta el trabajo, porque trabajas para conseguir un objetivo. Pero dar vueltas y vueltas en una moto no me emociona. Salir ahí fuera y competir con otras 22 motos es para lo que estoy aquí. Quién sabe para el futuro, pero lo único que quiero es correr", dijo Miller en la última ronda de Alemania.
Según Crash, el especialista Neil Hodgson habría animado al piloto a dar el salto al Pramac: "Es una moto de fábrica garantizada, totalmente respaldada financieramente por Yamaha", le habría vendido, añadiendo que incluso "parece que pagarán los salarios de los pilotos, tiene sentido". Hasta el probador Sylvain Guintoli se habría mojado en una de sus retransmisiones: "Jack y Miguel Oliveira serían buenos para ese equipo. Ambos tienen una amplia experiencia", habría dicho.
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Por el momento, ninguno de los dos tiene su futuro cerrado, y los asientos parecen cerrarse cada vez antes de tiempo. La cuenta atrás continua, y dos pilotos podrían tener ya pie y medio fuera de la categoría reina de MotoGP.
