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Después de anunciar que Marc Márquez vestirá de rojo la próxima temporada, Ducati todavía tiene que cerrar algunos acuerdos importantes con vistas a 2025, entre ellos el de configurar sus escuderías satélite. Con tres equipos en su órbita -PRAMAC, VR46 y Gresini-, los de Borgo Panigale tienen más motos que nadie en la parrilla, un total de ocho Desmosedici repartidas entre cuatro motos oficiales (las del Lenovo Team y PRAMAC), y cuatro prototipos del año pasado en manos de los pilotos de Gresini y VR46.
Este año, Ducati parece haber agrandado la brecha entre la moto de fábrica y los prototipos antiguos; Marc Márquez es el único piloto que, a lomos de una GP23, está siendo capaz de replicar en mayor o menor medida los tiempos de las motos de Pecco Bagnaia, Jorge Martín y Enea Bastianini, no así los demás pilotos con unas moto 2023, este año sensiblemente más retrasados en la clasificación respecto a la temporada pasada.
Los equipos satélite de Ducati se han dado cuenta de que las motos antiguas ya no funcionan igual de bien que antes, por eso todos están presionando a los de Borgo Panigale para disponer al menos de una GP25 en su garaje la próxima campaña; Gigi Dall'Igna ya ha repetido en innumerables ocasiones que su fábrica solo tiene capacidad para suministrar y actualizar un máximo de cuatro motos oficiales, y eso no cambiará en 2025.
A día de hoy, PRAMAC es la única escudería satélite de Ducati que, por contrato, tiene garantizadas dos motos de fábrica. Sin embargo, este acuerdo firmado entre Paolo Campinoti, dueño de PRAMAC, y la marca italiana expira a finales de este año, y de momento parece que Ducati no quiere volver a comprometer dos motos oficiales en una misma escudería independiente. De este modo, la firma de Bolonia podría darle otra unidad de la GP25 a VR46 o Gresini, dejando a PRAMAC con una moto de fábrica y otra GP24.
Este cambio de política no parece haber sentado bien en el seno del equipo italiano; según revela Motosprint, en PRAMAC hay cierto malestar ante la posibilidad de perder una de sus motos oficiales en 2025, y a esto hay que sumar la salida de Jorge Martín rumbo a Aprilia en 2025, un piloto que el año pasado le dio a PRAMAC el título de campeón de equipos, algo que jamás había conseguido una estructura satélite... y eso deja un ligero sentimiento de traición en el equipo italiano después del trato recibido por Martín.
Según dicen los rumores, personal de Yamaha se reunió en Mugello con los jefes de PRAMAC para valorar un posible proyecto conjunto de 2025 en adelante, una oferta que incluiría dos motos oficiales, personal de Yamaha Racing dentro del box de PRAMAC, el pago de los salarios de los pilotos y un generoso presupuesto de cuatro millones de euros para ayudar en lo posible a que la nueva escudería satélite de Iwata sea competitiva desde el día uno.
Dall'Igna dijo ayer en SKY Sport MotoGP que "el riesgo de perder a Pramac es ciertamente real" después de conocer toda esta información; el CEO de Ducati Corse tiene la impresión de que "el mundo entero está deseando que PRAMAC haga algo diferente a Ducati", lo que para Gigi sería "una decepción personal y deportiva" después de los éxitos que la dupla Ducati-PRAMAC ha obtenido estos dos últimos años.
"Pramac y Campinoti llevan mucho tiempo con nosotros, han sido parte del éxito que tenemos en este momento, así que sería una decepción, pero todo está por ver. Sin embargo, el problema existe", valoró un Dall'Igna que no da por segura la renovación de la escudería de Campinoti.
Yamaha, por su parte, se sigue moviendo entre bastidores para encontrar ese equipo satélite que tanto echan de menos; Lin Jarvis abandonará su cargo como director de Yamaha MotoGP a final de temporada, y entre los objetivos que se ha marcado el británico antes de su retiro está el de cerrar de una vez por todas un acuerdo que les garantice el poder desplegar hasta cuatro YZR-M1 en parrilla, las del equipo de fábrica y otros dos prototipos idénticos orquestados por una escudería independiente.
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En Mugello, el director técnico del proyecto Yamaha MotoGP, Massimo Bartolini, atendió a Speedweek.com y ofreció una breve actualización sobre la búsqueda de una estructura satélite. Para el ingeniero italiano, tener dos motos adicionales en parrilla "sería un elemento importante para apoyar el desarrollo", y quiso matizar que, a día de hoy, las negociaciones no están ni mucho menos cerradas: "Para ser sincero, ahora no sé si saldrá adelante, porque dependerá mucho de las decisiones de Ducati. La posibilidad para Yamaha hoy no es muy alta, pero todavía hay una posibilidad. El juego aún no ha terminado", valoró Bartolini.