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El 2024 será un año muy especial para Luca Marini, que dejará su actual estructura para competir con una Honda en el equipo oficial, compartiendo box con Joan Mir. Con muchas dudas por delante, el de Urbino asegura estar preparado para luchar por los podios con una moto que tiene que seguir trabajando en su desarrollo.
En una entrevista concedida a Motorcylenews el #10 ha apuntado que su meta era estar en un equipo de fábrica, algo que ha conseguido al encontrarse una plaza libre en el Repsol Honda Team con la salida de Marc Márquez: “Siempre dejé claro que mi objetivo era correr para un equipo de fábrica, y la Academy siempre me dijo que si había una oportunidad, harían todo lo posible por ayudar. Honda siempre me ha tenido en gran estima, como demuestra el hecho de que me ofrecieran un contrato de dos años”.
Ahora, Marini se enfrenta a uno de los retos más importantes de su carrera deportiva, al tener que adaptarse en un corto periodo de tiempo a una moto completamente desconocida para él si no quiere que eso interfiera en su rendimiento en la pista: “Especialmente con el calendario actual en MotoGP, cambiar de fabricante es complicado. Necesitas muchas carreras para adaptarte. Antes, tenías muchos test y tenías más tiempo. Hoy en día tienes que hacer muchas carreras, porque si solo trabajas buscando resultados inmediatos, tu crecimiento como piloto y el desarrollo de la moto se resentirán”.
Con un contundente “No”, el piloto italiano ha asegurado que su intención era permanecer en el equipo Mooney VR46 Racing Team en el caso de tener que seguir en un equipo satélite: “Si tenía que quedarme en un equipo satélite, la prioridad siempre era quedarme en VR46. Sin embargo, hablando con Ducati, intentamos tener motos oficiales porque marcan la diferencia. Me siento un piloto muy fuerte. Quería estar a la altura de Pecco y Martín, para poder demostrar mi valía en la pista”.
El fichaje no se cerró hasta el último instante, y eso se debió a que Luca necesitaba el visto bueno de Valentino Rossi, que debía velar por el bien de su estructura y de sus pilotos representados: “fue... interesante. Hablamos mucho de ello. Es la primera persona a la que llamé. Es difícil porque su papel es a la vez el de jefe de los pilotos y el del equipo. Se debatía entre reconocer una hermosa oportunidad para intentar hacerla realidad en todos los sentidos, y saber que somos un gran equipo que ha luchado durante gran parte del campeonato para ganar el título al mejor equipo y que sería una pena perderme”.
En el pasado test de Valencia, Marini pudo subirse por primera vez a la Honda, una moto radicalmente distinta a la que estaba acostumbrado en el pasado, pero con la que pudo disfrutar pilotando: “Definitivamente, le falta un poco de agarre a la salida de las curvas, incluso en la entrada, un poco de tracción, aceleración... no sé por qué factores, si por el carenado, por el wheelie, por la tracción trasera… pero me sigue pareciendo una moto bonita, divertida de pilotar, que entra muy bien en las curvas. No veo que Honda esté muy lejos, pero como he dicho antes, hoy en día no estar muy lejos significa poder ser el 18º”.
En el equipo del ala dorada ahora se preparan para hacerle frente a uno de los retos más importantes y es que no cuentan con una clara referencia en sus pilotos. Eso no parece preocuparle al pupilo de Valentino Rossi, que asegura estar mentalizado para una temporada dura con muchos test por delante.
Con la mirada puesta en su futuro profesional, el de Urbino ha asegurado que está contento con el paso que ha dado de cara a la temporada 2024: “Este es el último paso que necesitaba dar. Es mi proyecto de crecimiento como piloto de MotoGP. Ir a un equipo oficial era mi sueño y mi objetivo, para mí es algo muy normal seguir este camino, ser el hermano de Valentino Rossi no cambia nada para mí”.
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Por último, el italiano admitía que no había hablado con Alberto Puig, pero esperaba darle la solución a Honda a todos sus problemas y ser el piloto más competitivo con ellos: “Creo que necesitamos una dirección a seguir y espero ser yo quien se la dé, desarrollando la moto lo más rápido posible, aunque no será fácil. En un fin de semana de carreras, si quieres probar, tienes que sacrificar el rendimiento, si piensas en el rendimiento tienes que sacrificar el trabajo en la moto. No es una situación fácil”, sentenciaba Luca Marini.