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En Todocircuito ya vimos la última obra maestra del fabricante alemán Krämer, su GP2-890R, un diabólico juguete de circuito que llegaba al culmen de la deportividad en circuito: mucha potencia, electrónica completa y una aerodinámica acorde a los tiempos que corren. Una bestia que en su día costaba casi 40.000 euros, y limitada a 125 unidades para los competidores más ávidos.
Pues a los germanos les ha salido una bestia todavía más radical, al menos en lo que a aspecto se refiere, porque no deja de ser la misma moto. En este caso nos olvidamos de concepto de deportiva para dar paso a una hypernaked con un aspecto agresivísimo que combina todo lo bueno de una deportiva y una moto naked.
Ya se puede comprobar a primera vista que estamos ante exótica y única moto. Y lo de única no es en vano; es la única unidad que Krämer planea sacar a producción, al menos por el momento. El motivo es que la han construido para competir en la Super Hooligan Concept de Estados Unidos, una carrera con motos modificadas muy al estilo yanqui de Flat Track. Allí correrá con el piloto de stunt esloveno Rok Bagoros.
Esta bestia competirá allí de la mano de Krämer. La base de la moto es prácticamente idéntica a la GP2-890R, la diferencia la encontramos en el carenado, que no tiene, y en los semimanillares, que desaparecen en favor de un manillar plano al estilo de las naked. Por lo demás, es casi igual que su hermana radical. Y ojo al dato, porque la moto solo pesa 140 kilos y tiene casi la misma potencia.
Eso nos hace encontrarnos con el mismo motor suministrado por KTM (ambas empresas están a pocos kilómetros de distancia). Es el propulsor bicilíndrico de la serie 890 de KTM. A diferencia, equipa un sistema de escape de competición que ayuda a subir la potencia hasta los 130 CV. También cabe mencionar que cuenta con cambio rápido y una pantalla de carreras.
Eso significa que también comparte la parte ciclo; una horquilla ajustable de WP Suspension, frenada firmada por Brembo y unas llantas de aluminio forjado de Dymag. Como extra, el ligero chasis está adornado con piezas de titanio y carbono, para que rezume todavía más exclusividad y aumente la ligereza hasta una relación de casi 1:1, lo que la convierte en una bestia como pocas.
Es probable que salga una edición comercial, o directamente que se puedan vender piezas para convertir a la KTM 890 Duke R en esta Super Hooligan al estilo más bestia posible. Otra cosa es que estuviese homologada para calle, lo que se hace difícil. Desde luego que más de uno no se lo pensaría, excepto cuando viese el precio de la Krämer GP2-890R, que actualmente cuesta 31.990 euros.
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Mientras, te dejamos soñar despierto con algunas fotos de esta ligera bestia de solo 140 kilos y 130 CV de potencia: