 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo ve a Marc Márquez luchando por el mundial en su primer año con Ducati. El balear sabe muy bien lo que es abandonar una fábrica japonesa para apostar por los de Borgo Panigale, un cambio que el #99 hizo efectivo a finales de 2016 tras haber ganado tres títulos mundiales junto a Yamaha, fábrica de la que se fue bastante descontento después de lo ocurrido en 2015 en su pugna con Valentino Rossi por el entorchado de aquella campaña.
Pese a que Lorenzo y Márquez seguirán caminos similares, las circunstancias no son las mismas; el balear aterrizó en el seno del equipo oficial Ducati en un momento en el que la Desmosedici era una moto competitiva, pero no la mejor del paddock. Hasta ese momento, sólo las Yamaha de fábrica parecían capaces de frenar el ímpetu de Marc Márquez sobre la Honda oficial, y a raíz del desembarco de Jorge en Ducati, el proyecto empezó a crecer a pasos agigantados.
Es cierto que sus resultados con los de Borgo Panigale no fueron los deseados, pero casi todo el mundo en Ducati coincide hoy en día en que las aportaciones de Lorenzo al proyecto de desarrollo de la Desmosedici fueron claves para el éxito posterior de la fábrica transalpina, ganadora en 2022 del título de pilotos en compañía de Pecco Bagnaia, sucesor de Casey Stoner.
Marc, por su lado, no correrá para el equipo de fábrica ducatista; el #93 desembarcará en el seno del Gresini Racing, donde todavía está por ver si Ducati le suministrará una moto del año anterior -es decir, una GP23- o si bien apoyarán al ocho veces campeón del mundo con una Desmosedici a la altura de su curriculum, es decir, una versión 2024 lo más parecida posible a las motos oficiales del Lenovo Team y el PRAMAC Racing.
Jorge Lorenzo ha tenido la oportunidad de valorar el divorcio entre Marc Márquez y Honda; el colaborador ocasional de DAZN entró en directo durante una de las emisiones de la plataforma de streaming deportivo para hablar de lo que él considera que era "un secreto a voces", una noticia que casi todo el paddock ya daba por hecha hace días: "Más o menos sabíamos lo que iba a pasar, no al 100%, pero se intuía. La propia Ducati admitía esas negociaciones, se hablaba todo el rato de ese tema. Hace una semana ya dije lo que creía que iba a pasar, y ha sucedido así".
Pensando ya en 2024, el tricampeón de MotoGP dice "no descartar a Marc incluso para ser campeón del mundo si Ducati le da una moto igual o parecida a la moto oficial de Pecco Bagnaia y Bastianini", una estrategia que en este momento todavía no está definida.
De hecho, Lorenzo pone de ejemplo algunas de las actuaciones de Álex Márquez sobre la Ducati GP22 para argumentar su postura: "Hemos visto lo que es capaz de hacer Álex Márquez, un excelente piloto y campeón de Moto3 y Moto2, pero quizás no tenga la agresividad o el talento natural de su hermano. Eso es lo que ha demostrado en el pasado. Ahí Márquez tiene algunas décimas y medio segundo de velocidad superior a su hermano Álex, eso se verá reflejado en cuanto se suba a la Ducati".
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Para Lorenzo, la clave de la competitividad de Marc radicará en su adaptación a la moto y en el material que le proporcionen en Borgo Panigale: "Si se adapta rápido y tiene una moto similar a las de Bastianini y Bagnaia, no le descarto en la lucha por el título. Ya lo vimos en el pasado, Eddie Lawson parando de Yamaha a Honda y ganando en su primer año, se me ocurre Biaggi en 250 pasando de Aprilia a Honda y ganando en su primer año. Para mí sigue siendo el mejor Marc Márquez, técnicamente y de mentalidad. No le descartaría", concluye Lorenzo.
