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Álex Márquez se marcha de vacaciones parcialmente contento con su primera mitad de temporada junto al Gresini Racing. Después de ocho grandes premios, el de Cervera marcha 10º en la general del campeonato con 131 puntos menos que el líder, Pecco Bagnaia, una posición que no le entusiasma al #73 y que es fruto, en su opinión, de la mala suerte que han tenido en varios grandes premios.
Los puntos cosechados en la última cita de Assen le supieron a poco al catalán; en la Sprint Race arañó un punto, y luego, el domingo, se llevó 10 más tras ver la bandera a cuadros en la sexta posición, acabando a 12 segundos del ganador.
"He jugado mis cartas, que era ir con el blando, porque era la única manera de recuperar al principio y llegar allí saliendo noveno", resumió Álex el domingo por la tarde. "Hice mi mejor salida de la temporada y pude colocarme bien por decirlo de alguna manera. Luego de menos a más, pude estar detrás de Jorge (Martín) y pude hacer mucho camino, pero con el blando, a falta de 12 vueltas, ha dicho 'hasta aquí'".
A partir de ahí, el bicampeón del mundo empezó a quedarse en tierra de nadie, y después de completar una Long Lap para haber pisado en exceso el verde, Márquez entendió que lo más sensato era asegurar esa sexta plaza: "Tenía distancia con los de detrás, les iba sacando hueco, vi que a los de delante era imposible cogerles, así que mantuve la distancia y gestioné. Tuve que hacer una Long Lap, y ya hasta el final".
A la hora de valorar sus primeros ocho grandes premios con la Ducati de Gresini, Álex Márquez considera que "de performance y velocidad, muy bien, mucho mejor de lo que me esperaba a principio de año. La suerte quizás no nos ha acompañado del todo, pero hay que perseguirla. En el campeonato no estoy en la posición que quería ni la que imaginaba, pero de velocidad sí. Con ganas de descansar estos días y volver en Silverstone", resume un Márquez que ha puntuado en cinco de los ocho fines de semana de competición.
Preguntado por las diferencias de rendimiento que está encontrando entre su GP22 y la GP23 de los pilotos oficiales y de la dupla del Pramac Racing, Álex Márquez cree que "depende del circuito", y pone algunos ejemplos "En Mugello estábamos muy cerca de Pecco, aquí más lejos. En Austin también estábamos para ganar la carrera", reconociendo que, dada su inexperiencia con la Ducati, todavía les cuesta enderezar los fines de semana que no empiezan bien: "Sobre todo, nos entran bien cuando la base que tenemos funciona desde el primer libre. Entonces, todo el fin de semana se nos cuadra muchísimo".
La cita de los Países Bajos marca el arranque de las vacaciones estivales, cinco semanas en las que Álex y su hermano Marc Márquez se centrarán en recuperar fuerzas: "Lo vamos a intentar pasar bien, desconectar los dos, que seguro que él lo necesita más. Que se recupere físicamente, que es lo más jodido".
El #73 sabe muy bien lo que es hacerse daño sobre la Honda y acabar hastiado de la RC213V; el año pasado no dudó en abandonar la disciplina de la marca japonesa cuando se le puso en el camino una Ducati satélite, "tenía clarísimo que quería salir de allí" recuerda ahora, pero prefiere no mojarse demasiado sobre el futuro más inmediato de Marc.
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"No quiero entrar en esa decisión", responde el menor de los Márquez sobre qué debería haber su hermano mayor en 2024. "Creo que es algo que, como cada piloto, tiene que sentir o que tal. Tiene contrato, como él ha dicho. Entonces, ahí ya hay muchas más cosas. No le recomendaría nunca que rompiera un contrato", añade, argumentando que el #93 "tiene que seguir su instinto" y hacer aquello "que sienta en ese momento", exactamente lo mismo que hizo Álex en 2022.