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La cita de Assen fue otra confirmación más de lo mal que está funcionando este año la Yamaha. La pista de los Países Bajos siempre ha sido un buen campo de cosecha para la fábrica de Iwata, pero lejos de despuntar, tanto Fabio Quartararo como Franco Morbidelli no brillaron especialmente a lo largo de un fin de semana más complicado de lo esperado dentro del garaje del equipo japonés.
Sólo el tercer puesto firmado por Quartararo en la Sprint Race del sábado -favorecido por una sanción a Brad Binder- maquilló una pésima ronda para Yamaha en Assen; el galo no pudo dar más de dos vueltas en la carrera del domingo como consecuencia de una caída en la que se llevó por delante a su compatriota Johann Zarco.
Y al otro lado del box, Morbidelli fue incapaz de hacer funcionar una Yamaha con la que no encontró la más mínima confianza desde el primer libre del viernes, sumando siete puntos el domingo -acabó 9º- gracias al elevado número de abandonos y caídas que se produjeron delante de él, con un total de ocho pilotos fuera de combate a lo largo de la prueba.
"Fue una carrera dura, como todo el fin de semana en general, hemos sufrido mucho", resumió 'Frankye' el domingo por la tarde. "Por la mañana (en el warmup) dimos un paso, y llegué con más confianza a la carrera, pensaba que tendría un buen ritmo. Pero luego fue horrible, tuve mucho 'blistering' en los neumáticos, creo que le pasó a todo el mundo".
Nada más arrancar, Morbidelli se dio cuenta de que Assen no le regalaría ni mucho menos un buen resultado con el que darle a Yamaha algún argumento favorable de cara a su renovación: "Me di cuenta rápido de que hoy nuestro potencial era mucho menor. Me limité a llevar la moto al box de una sola pieza, sin cometer errores, algo que hoy podía ser muy fácil".
Con la primera parte de la temporada ya finiquitada, parece evidente que el divorcio entre Morbidelli y Yamaha es inevitable; el piloto italobrasileño lleva tres carreras mostrándose muy ambiguo con la prensa cada vez que le preguntan por sus opciones de cara a 2024.
En Mugello, sin ir más lejos, Morbidelli se mostró enigmático cuando un periodista de Motogp.com le planteó si había avanzado algo en su renovación con Yamaha: "¿Quiero seguir un año más con Yamaha?", fue la respuesta, a modo de pregunta, lanzada por Morbidelli, que invitó a la prensa a llamar a la puerta de Lin Jarvis para obtener algo de luz.
La dirección del equipo japonés todavía no ha definido una fecha o un plazo para acabar de cerrar su equipo con vistas a 2024; Quartararo tiene un año más de contrato, y Jarvis parece estar moviéndose entre bastidores para buscarle un compañero nuevo, ya sea en el mismo paddock de MotoGP -se habla de Joan Mir y Alex Rins- o en Moto2, donde Alonso López lleva tiempo sonando con fuerza para quedarse con la moto de Morbidelli.
Este, por su parte, parece que tiene una Ducati casi asegurada para el año que viene. Paolo Ciabatti, director deportivo de la escudería de Borgo Panigale, reveló en Assen a Sky Sport que, dentro del equipo Gresini, "Álex Márquez ya está confirmado" para 2024, no así su compañero Fabio Di Giannantonio, al que Ducati "le ha dado un período de tiempo para ver si su contrato se extenderá o no", matizó Ciabatti.
Lo cierto es que, salvo milagro, 'DiGia' tiene sus días contados en MotoGP; el propio piloto italiano reconoció en Assen no tener un Plan B si Ducati no le renueva, y algunos ya le sitúan incluso en el Mundial de Superbikes, posiblemente como compañero de equipo de Álvaro Bautista o incluso sobre la Yamaha oficial que dejará libre Toprak Razgatlioglu a final de temporada.
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Y esa moto, la Ducati de Gresini, podría pasar a manos de Franco Morbidelli, que se convertiría en el nuevo compañero de equipo de Álex Márquez -ya lo fueron en su etapa en Moto2 con el Marc VDS Racing-, ambos con sendas Ducati GP23 del año anterior en sus manos. Y si algo ha demostrado este año Marco Bezzecchi es que, incluso con una Desmosedici GP22, es posible disputarle el título a los pilotos oficiales de la fábrica italiana, sin duda un buen argumento para que Morbidelli recupere con Gresini la velocidad y el talento que ya exhibió en sus años con el Petronas Yamaha SRT, equipo con el que llegó a proclamarse subcampeón de MotoGP en 2020.