 Por John Fernández @johnnyfumi |
Lo de 2022 no era un espejismo pasajero. Álvato Bautista vuelve a ganar y se queda solo, sin rivales ni en seco ni en mojado. El piloto español ganaba la primera carrera de la temporada en Phillip Island. Volvió a actuar con premeditación, y muy conservador, estudió con cautela a Jonathan Rea para demostrar quién era el campeón mundial del año pasado.
El único que le ha dado un poco de guerra al talaverano ha sido Rea, que le metió el hacha en las primeras vueltas. Toprak Razgatlioglu no era competencia hoy, al menos no en mojado. “No está mal hacer una carrera así para empezar la temporada”, sentenciaba Bautista al final de la carrera.
Comenta el español que cuando llegó al garaje “por la mañana, le dije a mi equipo: ‘¡Hoy la pista está perfecta, haremos grandes tiempos!’". Poco después la lluvia empezó a empapar el circuito de Phillip Island y en su box, “Serafino Foti (team manager) estaba muy nervioso, tuve que calmarle porque yo era la persona más tranquila del mundo. Al final, en esas condiciones solo hay que mantener la calma”. Y vaya que si la mantuvo al final le sacó más de 3 segundos a Rea.
Estudioso como siempre, Bautista se dio cuenta de que “nadie tenía referencias, así que traté de mantener la calma y entender cómo era la pista”. Explica que lo peor de todo fue que “las motos echaban mucha agua, no podía ver nada”, por lo que “solo pensaba en hacer una buena salida para no tener a nadie delante”.
“Lo logré, pero Jonathan fue más rápido que yo en las primeras vueltas. Estaba tranquilo, sin cometer errores”, comenta sobre la parte final de la carrera. Siguió su modus operandi habitual y activó el modo ataque: “Detrás de él no podía ver nada, solo la luz roja de su moto. Así que me puse delante en un punto en el que era más rápido que él, sin arriesgarme. No pensé en escaparme, solo quería ver la pista y correr menos riesgos”.
Riding on the limit 👀
— WorldSBK (@WorldSBK) February 25, 2023
What a joy to watch @19Bautista ✊#AUSWorldSBK 🇦🇺 pic.twitter.com/lCfBW0uO0b
No tuvo miedo en arriesgar, y le salió bien la jugada: “A partir de mitad de la carrera el asfalto se volvió aún más resbaladizo y casi salgo por orejas dos veces, pero tuve suerte. Estoy feliz porque pude dar lo mejor de mí y sacarle el máximo partido a unas condiciones tan difíciles”.
Leer también: Álvaro Bautista vence en Australia en un recital de pilotaje bajo la lluvia
Dice el talaverano que “en mojado es siempre una lotería, también hay que tener suerte. No siempre es igual, no se pueden comparar con otras carreras, hay que tener sensaciones en ese momento exacto". Puede que en la fórmula de la victoria esté el “el nuevo motor”, sobre el que dice, “es más suave en la entrega de potencia y me ayudó”.
