 Por John Fernández @fernanduzo |
El mundo de las preparaciones nos deja habitualmente con inventos de lo más llamativos, como el que hoy os traemos aquí. Una transformación digna de estudio: de motocross eléctrica a una supersport que se cuela en los tops de diseño que últimamente hemos visto.
Se trata de la Zero Blackbird, construida por Plan B Motorcycles, un taller italiano de preparaciones que ha puesto toda la carne en el asador con esta moto que nació con alma de motocross y que poco ADN de ello le queda a estas alturas...
Pero no solo eso... ¿Su nombre no te recuerda o te evoca al de un avión o caza militar? Nada más allá de la realidad, la Zero Blackbird está basada en el emblemático SR-71 Blackbird, uno de los más avanzados para su época, un emblema del aire y con el que este preparador ha metaforizado, buscando las coincidencias: "Su increíble velocidad le permitía simplemente dejar atrás los misiles. Hoy en día, las motos eléctricas son sin duda la tecnología más puntera, pero ¿funcionan realmente? Seguro que pueden ser muy rápidas".
De hecho, ya hemos visto en alguna que otra ocasión la Zero FX, una moto de espíritu campero lista para cualquier desafío. Sin embargo... Sobre su base se han creado los cimientos de una verdadera supersport, una máquina de carreras en el sentido más amplio de la palabra.
Así, empezó como una FX 2019, pero un cliente pidió una café-racer... y nació el proyecto de una deportiva eléctrica contemporánea, sin necesidad de que fuese estrictamente una moto de combustión interna. Una extraña pero fructífera combinación que ya ves qué estilazo tiene.
Para esta moto, su creador, Christian, ha fabricado a mano la carrocería en aluminio. Acompaña un color negro de lo más profundo, muy similar al del cromo. Si le incide mucho el sol, se puede ver el aluminio del carenado incluso, con cierto efecto transparente, y sin una sola mancha de masilla.
Ha dotado a la moto de dos conductos de aire en el nuevo carenado, en la zona de la quilla, que se abren y cierran automáticamente. Se abren cuando se accionan los frenos, mientras que los dos ventiladores del interior del carenado giran para maximizar el aire regenerativo, ya que las baterías tienden a calentarse mucho.
Lo explica el propio creador: "La velocidad del ventilador se controla con el acelerador. Cuanto más 'gas' das a la moto, más aire se canaliza a través del carenado, refrigerando la batería, el motor y el conjunto del regulador". Incluso tiene un sonido de lo más particular, por lo que no pasará desapercibida en circulación.
La parte trasera del bastidor ha sido completamente remodelada, retocando la geometría para convertirla en una verdadera supersport. De serie, esta moto equipa una horquilla Showa de 41 mm, que ha sido sustituida por una robusta Marzocchi de 50 mm de diámetro por barra.
El motor eléctrico es el mismo Z-Force 75-5 de refrigeración por aire pasiva usado en la Zero FX, con 44 cv de potencia y una velocidad máxima de 137 km/h. En la rueda se alojan dos enormes pinzas Beringer, con seis pistones y un par de discos cerámicos de 340 mm. En la parte trasera, un monoamortiguador ajustable de Gears Racing, y adiós a las ruedas de enduro por un juego de llantas Grimecas de 17 pulgadas con neumáticos de supermoto.
Leer también: Llega la Jedi FR 750: una moto china con toque neo-retro... ¡y motor Suter!
El preparador ha incluido una cámara de visión trasera por infrarrojos y un amortiguador de dirección radial montado en la parte superior, que está integrado en la abrazadera superior. En el panel, varios interruptores de avión. No se especifica el peso, pero Christian dice que es "bajo".
Te deleitamos con algunas fotos:
.jpg)
.jpg)
