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Los pobres resultados que Aprilia ha cosechado en el Mundial de Motociclismo al o largo del último lustro no le han puesto las cosas fáciles a los de Noale a la hora de fichar talentos jóvenes capaces de dar sus primeros pasos en la categoría reina al manillar de su RS-GP. El último intento de hacer debutar a un piloto llegado desde Moto2 sobre una Aprilia se produjo en 2017, cuando Sam Lowes protagonizó una catastrófica temporada de estreno en la clase reina que se saldó con la friolera de 31 caídas a final de año y una escasa renta de 5 puntos en 18 carreras que mandó al piloto británico de regreso a Moto2 al año siguiente.
Desde entonces, Aleix Espargaró ha ido dando la bienvenida a pilotos ya curtidos en la clase reina como es el caso de Scott Redding (2018), Andrea Iannone (2019) o Bradley Smith (2020), además de compartir box con el probador de Aprilia, Lorenzo Savadori, durante la primera mitad del curso 2021, hasta que Maverick Viñales precipitó su salida de Yamaha para incorporarse al box de Noale tras el pasado verano.
A mediados de 2020, la fábrica italiana se acercó a varios talentos de Moto2 con el objetivo de subir a un piloto joven y rápido que pudiera adaptarse bien a una RS-GP que, poco a poco, se iba acercando lentamente al nivel del resto de prototipos. Hablaron con Marco Bezzecchi, que en ese momento estaba en el top 3 de Moto2, pero el italiano prefirió seguir un año más en la clase intermedia antes que arriesgarse a saltar a MotoGP con Aprilia. Así lo explicó el propio Marco tras declinar la oferta: "Por supuesto que irme a Aprilia habría sido genial, ya que es una marca italiana y una moto italiana. Habría sido una oportunidad para desarrollar una moto nueva, digamos, y tener una moto a mi gusto. Pero al mismo tiempo, necesitaba ser razonable y trabajar mejor para abrirme más puertas", explicó entonces el de Rimini, ahora en las filas del Mooney VR46 Racing en MotoGP.
Fabio Di Giannantonio, enrolado ahora con Gresini en la clase reina, también le dijo "no" a Aprilia en 2020, al igual que el norteamericano Joe Roberts, otro piloto que también expuso públicamente los motivos que le llevaron a no confiar en Aprilia para dar el salto a MotoGP: "Les dije que no tenía nada que ver con lo que pienso de la moto. Les dije que mi decisión era porque tengo muchas ganas de ganar carreras en Moto2. He trabajado muy duro aquí y el próximo año (2021) será el primero en el que continuaré con el mismo chasis. Respetaron totalmente mi decisión. Obviamente, incluso después del test en Jerez, Massimo Rivola (CEO de Aprilia Racing) me envió un mensaje para preguntarme cómo había ido el día. No quiero menospreciar a Aprilia. Sinceramente, fue una oferta increíble. Simplemente no llegó en el momento adecuado", aclaró entonces Roberts, que este año afronta su quinto curso consecutivo en Moto2, donde ocupa la 11ª posición.
Aleix Espargaró fue el primero en sorprenderse cuando se enteró de la gran cantidad de pilotos que habían decidido no correr en MotoGP con Aprilia al cierre de la campaña 2020. El pasado domingo, tras ganar su primera carrera de MotoGP con los de Noale en Argentina, el catalán se acordó de todos aquellos pilotos que en su momento rechazaron ser su compañero de equipo al no confiar en el potencial de este proyecto, una actitud que no hizo más que darle "más motivación" al español: "Intenté convencer a algunos pilotos jóvenes que ahora están en Moto2 para que vinieran, pero me decían 'prefiero esperar a otra moto'. Así que esto me da más hambre y me da una motivación extra", explicó el #41.
El mayor de los Espargaró está convencido de que más de un piloto está ahora mismo arrepentido por no haberse subido al carro de Aprilia en su momento, y agradeció las felicitaciones que recibió de parte de sus excompañeros de box tras coronar el podio de Termas en su gran premio número 200 en MotoGP: "Yo digo 'está bien, recordarás este día en tu vida en el que le dijiste no a Aprilia'. Ahora estoy feliz, el sábado estaba muy feliz porque Sam Lowes, Scott Redding , Iannone y todos los pilotos con los que he corrido me enviaron un mensaje de texto y estaban muy, muy felices por mí y por Aprilia, porque saben lo difícil que ha sido, lo complicada que era esta moto en el pasado".
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Aleix cree que la RS-GP ha alcanzado un nivel de madurez y una competitividad que, por fin, debería ponerle las cosas fáciles a Aprilia a la hora de fichar a una joven promesa llegada desde Moto2: "El nivel que estamos mostrando ahora creo que es realmente bueno. Todavía queda mucho trabajo por hacer, pero creo que los pilotos jóvenes de Moto2 y Moto3 están empezando a ver el proyecto de Aprilia como un poco más serio, como una opción para el futuro. Esto también es genial para el deporte, para el campeonato. Ahora hay muchos fabricantes fuertes a los que puedes ganar con cualquier moto", sentenció el español en Termas.