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(Vídeo) Se va hasta Rumanía para recuperar su moto robada, ¡y lo consigue!

Publicado el 11/11/2021 en Otras noticias

moto robada

TCRedacción 
@todocircuitoweb

Una de las peores experiencias por las que puede atravesar un motero es, sin duda alguna, el robo de su montura. Bajar el garaje y encontrarte únicamente un candado partido en el suelo es algo que, lamentablemente, han vivido en sus carnes muchos motoristas; sólo hay que ver la cantidad de mensajes de difusión de motos robadas que se comparten cada día en redes sociales para entender la magnitud de este problema.

Cuando un ladrón se apropia de nuestra máquina, lo habitual es dejar en manos de la policía la investigación del robo y la búsqueda de nuestra moto. Lamentablemente, las fuerzas de seguridad tienen otras prioridades en su día a día, y salvo que tengamos la suerte de que caiga una banda de ladrones de las gordas y nuestra moto esté entre las máquinas recuperadas, lo más común es olvidarnos de ella una vez nos la han arrebatado de nuestras manos.

El destino de las motos robadas es de lo más variopinto: algunas se utilizan para hacer motos de circuito, otras se despiezan y se venden a decenas de compradores a través de páginas web y aplicaciones de segunda mano, otras van camino a Marruecos y África cruzando el estrecho, y también hay bandas que las suben a países como Rumanía o Bulgaria para venderlas allí aprovechando su lejanía y lo complicado que sería para cualquier extranjero viajar hasta allí para intentar recuperar su moto.

Precisamente esto es lo que hizo Kelston Chorle, un motorista británico que tuvo que despedirse de una moto muy especial, una AJP PR7, cuando unos ladrones decidieron llevársela del garaje de su casa en julio de 2020. Casi un año después del robo, Chorle encontró en un grupo de Facebook de motos robadas un mensaje inquietante: un vendedor ubicado en Rumanía estaba vendiendo una AJP PR7 a un precio escandalosamente bajo -menos de 3.000 euros-, y cuando Kelston vio las fotos de la moto, se dio cuenta de que se trataba de la misma unidad que le habían quitado un año antes.

Sin tener ni idea del idioma, Chorle reservó de inmediato un vuelo hasta Bucarest para intentar traer de vuelta su máquina. Sabía que la operación de rescate no sería sencilla, por eso consultó primero a la Interpol, a la policía británica e incluso a su aseguradora -la moto estaba a todo riesgo y recibió una indemnización tras el robo- para saber qué pasos debía seguir. 

Para sorpresa de este motorista, nadie parecía querer ayudarle: "Resulta que un tipo de Rumanía tiene en sus manos mi antigua moto. Hablé con la Interpol local de allí y no fueron de mucha ayuda, hablé con la policía de aquí y no estaban interesados, hablé con mi compañía de seguros y no estaban interesados. Así que básicamente la gente puede robar una moto, llevársela hasta Europa del Este y absolutamente nadie se va a preocupar por hacer nada, Triste, ¿verdad?", comenta el propio Kelston en un vídeo que ha compartido en YouTube, donde ha compartido toda su aventura.

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Tras llegar a Bucarest y visitar una comisaría de la ciudad, las fuerzas de seguridad rumanas le recomendaron a Chorle acudir al pequeño destacamento policial ubicado en la localidad en la que estaba anunciada la moto, un pueblo situado a casi cuatro horas en tren de Bucarest.

El motorista británico se desplazó hasta Matca y allí, con ayuda de un intérprete, pudo rellenar todos los documentos necesarios para demostrar que la moto había sido anteriormente de su propiedad, y sólo un día después -para sorpresa del propio Chorle- la policía local había recuperado su AJP PR7 totalmente intacta, aunque no quisieron decirle qué habían hecho con el vendedor: "Sabía que ir allí directamente a por mi moto podía ser peligroso, así que acudí primero a la comisaría de policía local. La policía ha sido excepcionalmente amable. Estuve allí cuatro ahora rellenando montones de papeles. La policía rumana ha sido increíble, la han recuperado en 24 horas. Ahora tengo que ver el modo de llevarla hasta casa".

De este modo, tras haber recorrido cerca de 5.000 kilómetros en cuestión de cuatro días, y habiéndose gastado algo menos de 800 euros entre vuelos y alojamientos, Kelston Chorle ha conseguido recuperar su preciada y poco vista AJP PR7, una máquina fabricada en Portugal que adopta un estilo puramente dakariano y que está propulsada por un robusto motor monocilíndrico de 600 cc y 60 cv de potencia, cuyo valor en el mercado ronda los 10.000 euros.

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Si quieres acompañar a Kelston en su aventura por Rumanía, aquí tienes su vídeo. Si no dominas el inglés, sólo tienes que activar los subtítulos disponibles:



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