![]() @ADelgadoM |
En la primera parte de la entrevista a Pep Font pudimos charlar con el profesional sobre varios temas, especialmente de esos aspectos que los deportistas pueden controlar de esos elementos internos, es decir, que o bien se los autoprovoca o bien que les afecta de manera directa desde el inicio.
Los riesgos que están presentes en el deporte, y en especial en el motorsport hacen que los pilotos lleguen a ver situaciones límites en sus cuerpos o bien en la de los rivales, donde su integridad física llega a correr peligro. Ante estas situaciones de estrés adicional, los deportistas de élite pueden llegar a temer más el error propio que el final de su vida.
Así lo asegura el psicólogo del rendimiento, que reconoce que los profesionales con los que ha trabajado se centran en esos factores que si dependen directamente de ellos: “Los pilotos gestionan los accidentes asumiendo, en primer lugar, que forman parte del juego y que el miedo es normal. Yo no pretendo que no tengan miedo, nunca me he encontrado con un piloto que tenga miedo a matarse, pero si tienen miedo a fallar o a cometer errores o que les tiren o algo así por su futuro próximo. Respecto al miedo a hacerse daño: Ellos lo aceptan y lo que hacen es centrarse en esos aspectos que si controlan y que les permite asumir el riesgo con ciertas posibilidades de éxito.”
Son muchos los factores que interfieren en el mundo del motorsport, pero los fallecimientos son uno de esos que de algún modo perjudican o llegan a preocupar significativamente a los pilotos. Por ello, en muchas ocasiones se han visto a los pilotos explicar o exponer sus emociones respecto a estas situaciones.
De este modo, Pep Font prefiere señalar a las organizaciones y en especial los promotores de ciertas carreras, que reconoce que deben tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los pilotos: “Cuando la gente fallece de manera demasiado asidua practicando una actividad hay que tomar medidas. Sin embargo, en un mundo de intereses de todo tipo, Hay una hipocresía impresionante, ¿por qué no prohíben de una vez el Tourist Trophy? Hay una serie de aficionados al Road Racing que osan criticar a los pilotos de MotoGP diciendo que no son pilotos de verdad. No saben lo que dicen, porque le nivel de destreza y de gestión del aparato al límite que tienen en Road Racing no se puede comparar con el del piloto más malo de MotoGP. Una piloto de MotoGP te coge una R1 o CBR1000 de calle y te la lleva al límite, lo que pasa es que no le gusta hacerlo entre muros de hormigón, buzones, farolas y en carreteras comarcales”.
En este sentido, crítica con dureza la relación existente entre la FIM y el COI, admitiendo que no comprende cómo es posible que un organismo aceptado y reconocido por el Comité Olímpico internacional siga permitiendo ciertos riesgos innecesarios: “En el TT no hay año que no muera alguien y ¿qué hace la FIM? En Macao, otra cita celebre del Road Racing, si te caes entre paredes de guarda rail sin escapatoria alguna te quedas en el sitio y los pilotos lo saben. La FIM está reconocida por el COI. Los pilotos pueden estar disputando en un deporte de riesgo esto es indudable, el motociclismo no es el único. Pero la FIM no puede parecer que está avalando una actividad donde el hecho de que muera alguien se acepta como algo normal”.
Por ello, según el especialista, desde el organismo debe afrontar la problemática que está presente en la competición y les invita a pasar a la acción para que no vuelva a suceder: “La FIM debe luchar de manera constante por una quimera, que es la que nadie muera nunca. Obviamente eso es un ideal irrealizable, pero otra cosa es encogerse de hombros como diciendo: ‘es normal, ¿qué le vamos a hacer?’, al fin y al cabo los pilotos lo saben y lo asumen. Una actitud así no creo que hable muy bien de ningún deporte, ni que el COI le agrade mucho, aunque el motociclismo no forme parte del programa olímpico como es evidente”.
En los últimos años han sido varios los pilotos que han apostado por seguir trabajando en distintas áreas, especialmente en la preparación mental o psicológica, con tal de garantizar la estabilidad de los deportistas en situaciones de estrés, algo que en el fondo quías viene derivado por varios problemas.
“Cuando te llega un piloto lo que se hace es evaluar el problema realmente”, comentaba Font, que reconocía que en muchas ocasiones el problema se encuentra en la manera de afrontar los conflictos: “Pero muy básicamente podemos considerar que: o no se está tomando el asunto (la competición) de una manera adecuada para optimizar su rendimiento; o bien no tiene los recursos para afrontar la situación de rendimiento con un control personal suficiente. Normalmente suceden ambas casos”.
Los profesionales en la salud mental y del rendimiento han implementado diversas estratégicas para ayudar a sus usuarios, pero para ello es importante comprender que ha sucedido para llegar a un punto extremo donde su estabilidad psíquica llegue a quebrajarse y no sepa cómo actuar ante ello.
El especialista del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés, ha asegurado que uno de los puntos más importantes a la hora de trabajar con deportistas de élite es comprender la manera en la que hagan frente los problemas: “Hay que saber que significa realmente para el piloto el hecho de ganar o perder (para expresarlo de manera elemental); y también qué ha hecho para llegar hasta el punto en que se encuentra, que él considera problemático. Los psicólogos en esencia, de manera muy resumida, hacemos dos tipos de cosas: Por un lado enseñarle a la gente a ver las cosas (las situaciones o las circunstancias) de una manera alternativa a como lo hacen, de manera que les resulte más adaptativa y le permita orientarse hacia los aspecto más útiles. Y por otro lado enseñamos a utilizar algunas técnicas, que les permitan tener consciencia de cómo gestionar su atención o sus emociones durante la competición; incluso en ciertos momentos de carrera”.
En muchas ocasiones, el principal problema se encuentra en el modo de afrontar los conflictos internos y externos. Por ello, es posible que los pilotos no dispongan de los recursos suficientes para ello y eso produzca una incapacidad para rendir. Así lo apunta Font, que lo primero que debe hacer un profesional es ver el origen del problema: “es preciso comprender como afrontan la competición y de que recursos disponen. Sin embargo la calidad y la dimensión del trabajo siempre es mucho mejor con alguien que acepta, asume y quiere el riesgo, simplemente porque quiere ser mejor. En esos casos no hay tanto el concepto de tener un problema que le incapacita rendir”.
Uno de los principales problemas que se encuentra con muchos pilotos es la falta de autocrítica y la búsqueda del conflicto o resolución externa. De este modo, se produce un autoengaño que lo único que fomenta es la alimentación del egocentrismo y la creación de un cuadro narcisista, uno de los principales problemas del deportista de élite.
La búsqueda constante de la justificación lo que produce es un aumento del ego, provocando una incapacidad de introspección y aceptación del error, indica Font: “Cuando no se llega al resultado deseado es normal buscar muchas excusas; eso es porque el ego queda dañado. Cuando se sabe hacer algo pero al ejecutar se comete un error por cualquier motivo, puede que cueste poco reconocerlo. Pero cuando no se trata de un error de ejecución, sino que la acción cometida ha sido algo premeditado y fruto de una decisión equivocada, eso ya no se acepta con tanta facilidad. El hecho de reconocer que juzgas mal la situación y decides mal te hace sentir estúpido, pero no debería ser así. Por eso entra en juego el ego que de defiende y lo hace con excusas. Lo malo de las excusas es que se basan en verdades”.
En muchas ocasiones el hecho de buscar una respuesta externa cuando realmente la tiene y es interna, hace que se produzca una relación de causa efecto donde la situación le impida seguir aprendiendo y evolucionando sobre la pista. Por ello, en algunas ocasiones se producen unas situaciones de desatención a un entorno cambiante producido por la misma persona.
De este modo, se puede encontrar un cuadro de autodesobedencia deliberada al no asumir que puede cometer errores: “El problema de las excusas es que se utilizan para defenderse y proteger el ego. Eso resulta desastroso para cualquier competidor porque le impide aprender. Hay pilotos que no aprenden y otros que no paran de aprender. Los deportistas tienen que aceptar que el hecho de fallar es una opción aunque no lo deseen. El deportista no puede mirarse a sí mismo como le mira el resto, el deportista tiene que saber que puede fallar y asumirlo, no hacerlo es un error. Sin embargo, entre los deportistas (y no únicamente) existe el tabú que les prohíbe pensar que les pueden salir mal las cosas”.
Uno de los principales problemas que se encuentran los deportistas de élite es la inaceptación de la aleatoriedad. De este modo, únicamente se contempla la opción de la vía unilateral, rechazando algunas alternativas que también están presentes en el transcurso de la actividad o competición.
Este hecho es otro ejemplo del autoengaño que en ocasiones sufren los pilotos según Font. Al pensar en una única opción se protegerían de las inclemencias externas que pueden aparecer, llegando a sorprenderse del resultado final: “Pensar que las cosas tienen que salir de una determinada manera que resulta ser la que nos interesa es un sutil autoengaño. Y pensar que las cosas pueden ir mal, no significa que el deportista sea poco competitivo, poco combativo o poco ambicioso (ahí radica el tabú). Significa que es realista y que contempla ambas posibilidades (lograr y no lograr) como posibles consecuencias naturales en cualquier intento de rendir. Y a continuación se centra en hacer lo necesario para intentar lograr, por supuesto”.
En un mundo socializado y digitalizado es imposible escapar de las críticas de los aficionados en redes sociales, algo que en ocasiones ha llegado a pasar factura a algunos pilotos, como es el caso de Maverick Viñales que tuvo que cerrarse su cuenta en Twitter por el rechazo que recibía de un sector de sus seguidores.
Es posible gestionar estas situaciones, pero para ello, hay que tener la fortaleza de comprender que en muchos casos se tratan de personas que no han seguido su evolución en la pista, apuntaba el especialista: “Las críticas del entorno, de los medios, el público, etc. es importante trabajarlas. El piloto necesita entender que eso es debido a que se está sometiendo al juicio gratuito de un montón de gente que con mejor o peor intención, sólo pueden valorar el producto de sus acciones (resultado). Pero para valorar simplemente un resultado no hace falta ni ver la carrera. El riesgo de los pilotos es que terminan juzgándose a sí mismos con el criterio de los demás, es decir por el resultado”.
El hecho de que la influencia de factores externo perjudiquen a los profesionales de cierto sector hace que en realidad caigan en el daño autoinflingido de creerse las versiones externas sabiendo lo que ha sucedido realmente: “Cuando ellos en realidad no sólo conocen el producto de su acción sino como se ha desarrollado su acción misma, qué ha intentado realmente, de que se ha dado cuenta y de que no, si ha anticipado suficientemente una acción, si ha tomado una decisión para actuar o ha actuado de manera impulsiva … y un sinfín de entresijos íntimos del individuo. ¿Cómo va a juzgarse así mismo con el mismo criterio que lo hace cualquier otro? ¡Él no es cualquier otro! ¡Él conoce la verdad!, sólo hace falta que sea radicalmente honesto consigo mismo para hacerla consciente y explicársela, ayudarle a esto ese es parte del trabajo del psicólogo deportivo”.
En los últimos años esta presión externa es mucho mayor gracias a las redes sociales, cambiando así las dinámicas del piloto a la hora de afrontar esos factores externos que previsiblemente no puede controlar. Ahora lo tienen al alcance del teléfono, algo que pueden observar en cada momento que ellos lo deseen.
Según Font, este tipo de comentarios y la manera en la que afecte al profesional o deportista de élite está relacionada directamente con el ego de cada uno: “Acceder a ese juicio y a las expectativas de los demás sobre uno mismo, es algo que antaño el piloto hacia mediante la prensa cuando tenía acceso a ella. Pero hoy en día las redes sociales y su disponibilidad permanente para acceder a ellas permiten que los pilotos sean impactados a por ese juicio externo en cualquier momento, por muy inconveniente que resulte, incluso entre dos tandas. La opinión que creemos que los demás tienen de nosotros es en realidad el ego”.
Por último, el profesional ha recomendado varias estrategias para poder controlar esos factores externos que inciden en el deportista, asegurando algunas acciones como las de Iker Lecuona puede ayudarle a gestionar la presión: “Respecto a esta cuestión, sin duda estrategias como la de Iker Lecuona que se desinstala las redes en semanas de Gran Premio es lo adecuado. Si bien quizás sería suficiente con un autocontrol facilitado con ciertas medidas: como establecer cuando mirar el móvil y que mirar en el móvil y que no. Aunque ciertamente a grandes males grandes remedios, de manera que si no tienes instaladas las redes sociales seguro que no accedes a ellas”, concluía Pep Font.