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Las redes sociales han sido un punto de unión entre pilotos y afición desde hace tiempo, casi siempre de forma positiva para ambas partes. Sin embargo, en ocasiones, también hay gente que utiliza esta vía virtual de comunicación con sus ídolos para atacarles, ya sean seguidores suyos o detractores. En los últimos meses, Jonathan Rea lo ha vivido de cerca.
En unas declaraciones recogidas por GPOne, el vigente campeón de Superbikes ha reconocido que a partir de Magny-Cours y de la sanción que recibió allí Toprak Razgatlioglu tras una queja presentada por Kawasaki, todo cambió: “Honestamente puedo hablar basándome en la experiencia. Hace dos semanas tuve algunos problemas con redes sociales después de Magny Cours, cuando la FIM cambió el resultado de la Superpole Race. Las redes sociales han sido pésimas y hablo de mis perfiles. Dos o tres días después, publiqué una publicación en la que estaba con la moto de motocross y recibí muchos comentarios negativos. Se necesitan tener las espaldas anchas, la gente parece estar esperando que te caigas, estas son cosas malas”.
Jonathan Rea ha asegurado que este tipo de actitudes en redes sociales pueden pasar factura a los pilotos, y pone el ejemplo de lo ocurrido con Garrett Gerloff en Assen, cuando el norteamericano tiró a su compañero de marca Toprak Razgatlioglu nada más arrancar la carrera: “Vi los mismos comentarios en Garrett, lo siento por él, no es estúpido, cometió errores, el mayor fue que en Assen tiró a uno de los pilotos más fuertes. Recuperarse mentalmente es difícil, creo que los que están en las redes sociales o los que están detrás de un teclado tenemos una gran responsabilidad de todo esto, porque al final pensamos que al ponernos un mono y un casco somos pilotos protegidos de todo y somos invencibles, pero debajo hay gente con sentimientos”.
El piloto de Kawasaki Racing Team ha afirmado que en un momento donde la salud mental es tan importante, los aficionados deberían controlarse más en redes sociales: “Honestamente, en Magny Cours y para ser sinceros, me enteré tarde, el director del equipo se acercó a mí en el camión y me informó antes de irme a París. Cuando me paré en una gasolinera, revisé Instagram y parecía que hubiera estallado una bomba. A veces no es agradable, pero es lo que hay. No es fácil, en el periodismo, por ejemplo, hay que relatar los hechos y dejar fuera las emociones, pero es importante ser amable, sobre todo en este periodo donde se enfatiza la importancia de la salud mental”.
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Por último, el norirlandés ha recordado que en la última vez que estuvo involucrado en un conflicto con otro piloto le amenazaron con esperarle en un circuito, algo que espera que no vuelva a ocurrir: “Cuando le das a las personas una plataforma donde pueden ser groseros, no es bueno. La última vez que formé parte de un gran caos fue en Nurburgring en 2009 con Haga, nos tocamos en una curva y se cayó. Hubo aficionados italianos que me dijeron que me estaban esperando con pistolas en Imola, estupideces. Me imagino a la gente con su botella de 3 litros de bebida energética escribiendo en el ordenador. En este momento, creo que es importante ser amable”, concluía Rea.