 Redacción @todocircuitoweb |
Estados Unidos no es un país que pueda presumir de un gran pedigrí de motos deportivas 100% nacionales. La EBR 1190RX es, posiblemente, la mejor superbike jamás fabricada en suelo estadounidense, aunque antes de su nacimiento ya hubo algunos intentos por ofrecer una moto de 1000 cc de carácter deportivo y orgullosa producción 'yanqui'.
En el año 2001, el que fuera piloto del AMA Superbikes, Daniel Fischer, se lio la manta a la cabeza, y tras ganarse la confianza de Glynn Kerr -involucrado en el nacimiento de modelos como la Yamaha GTS-, fundó la marca de motocicletas Fischer Motor Company, anunciando la llegada de un modelo de 1000 cc bautizado como MR 1000.
La moto tenía que ser 100% estadounidense, por eso contactaron con Caterpillar- el fabricante más grande del mundo de maquinaria para la construcción- para desarrollar de forma conjunta su chasis de aluminio, que adoptó el nombre de Trellispar por su particular configuración de enrejado tipo trellis cubierto por paneles de aluminio.
Para el motor, Daniel Fischer tenía claro que quería algo de dos cilindros potente y fiable, y aunque iba en contra de su filosofía de desarrollar una superbike auténticamente americana, contactó con el especialista austriaco Rotax para poder montar el mismo V2 a 60º que Aprilia utilizaba en sus RSV Mille y Tuono 1000 R.
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Todo iba la mar de bien hasta que en Noale se enteraron de que Fischer quería utilizar el motor desarrollado por Rotax en su superbike, y amenazó a los austriacos con romper su acuerdo comercial si finalmente la MR 1000 salía al mercado con este V2 a 60º, de ahí que Rotax se retirara de la operación a finales de 2003, dejando a Fischer con una moto totalmente desarrollada sin su elemento principal: el motor.
En 2004, coincidiendo con la entrada de Hyosung en el mercado norteamericano, Fischer alcanzó un acuerdo con los surcoreanos para usar el motor de dos cilindros y 650 cc de su Comet, un propulsor que finalmente dio vida a la Fischer MRX650, con 77 cv de potencia gracias al uso de unos carburadores de mayor diámetro (Mikuni 39 mm) respecto a los que montaba la Comet original.
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De estética arriesgada y futurista -incluso con un cierto aire a la Triumph Daytona-, lo cierto es que la Fischer MRX650 no tuvo el éxito esperado. Su parte ciclo no era nada del otro mundo -misma horquilla invertida de la Comet e idéntico equipo de frenos salvo por el cilindro maestro Brembo-, aunque Fischer no tardó en lanzar una serie de mejoras opcionales previo paso por caja para mejorar las suspensiones con una horquilla Öhlins y un sistema de escape Micron entre otros accesorios.
Pese a su bajo precio de venta -menos de 8.000 dólares en EEUU-, la falta de distribuidores y de una campaña de publicidad seria para dar a conocer el primer modelo de Fischer hicieron que sólo se fabricaran 70 unidades hasta el año 2008.
Finalmente, la llegada de la crisis económica internacional a finales de 2008 y el escaso interés que la MRX650 despertó entre los motoristas norteamericanos hizo que Daniel Fischer diera por finalizado su sueño de ser el primer fabricante de motos deportivas establecido en EEUU.
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El hecho de que la Fischer MRX650 se fabricara en un número tan limitado de unidades y todas las curiosidades que encierra su desarrollo han convertido a este modelo en una especie de unicornio casi imposible de encontrar en el mercado de segunda mano.
Sin embargo, el propietario de una unidad ha decidido poner en venta su MRX650 con algo menos de 7.000 millas en su marcador, y lo ha hecho a través de una subasta en la página web de Iconic Motorbikes alcanzando finalmente un precio de 7.276 dólares (6.000 euros).
Su nuevo propietario podrá disfrutar de una 'rara avis' que nació como la primera gran superbike norteamericana y que acabó convirtiéndose en una supersport con chasis 'Made in USA' y motor y parte ciclo surcoreanos.
