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BMW fue una de las primeras marcas en ofrecer un vehículo de rango extendido a través de su i3 REX, un coche de corte urbano y diseño futurista dotado de un motor eléctrico capaz de ofrecer 170 cv de potencia y una autonomía de 130 kilómetros aproximadamente gracias a su paquete de baterías de litio de 22 kWh de capacidad.
El i3 REX escondía en su interior un motor adicional de gasolina -el mismo bicilíndrico de 647 cc del scooter BMW C650- que permitía a este vehículo urbano extender de forma notable su autonomía, entrando en funcionamiento únicamente cuando las baterías de litio estaban a punto de agotarse (por debajo del 5%), pasando en ese momento a convertirse en un generador de electricidad para alimentar el motor eléctrico.
De este modo, con su depósito de combustible de sólo 9 litros, la autonomía combinada entre las baterías y el motor de combustión dotaban al i3 REX de un alcance superior a los 350 kilómetros, una buena solución para aquellos conductores que precisaban de un mayor rango de acción en momentos puntuales con la certeza de saber que no se quedarían tirados sin encontrar un punto de recarga eléctrico.
A pesar de que BMW abandonó el concepto de rango extendido en su i3 a partir del año 2018 -ofreciendo desde entonces un modelo 100% eléctrico con baterías de mayor capacidad-, la marca alemana ha estado trabajando en un 'Plan B' de cara al futuro que, sobre el papel, parece sacado de una película de ciencia ficción.
De acuerdo a las patentes a las que ha tenido acceso el portal Bennetts, BMW ha registrado el diseño de una motocicleta desmontable que se puede enganchar a la parte trasera de un vehículo eléctrico como si se tratara de un remolque para funcionar como un generador de electricidad capaz de alimentar su motor eléctrico.
La idea -todavía en una fase de desarrollo muy temprana- se basa en un principio bastante lógico: ¿por qué tener un motor de combustión dentro de nuestro coche eléctrico ocupando espacio y añadiendo más peso si sólo hacemos uso del rango extendido en situaciones muy concretas?
Los ingenieros de BMW creen que una solución pasaría por ofrecer una motocicleta desmontable a voluntad de su propietario. Cuando no necesitemos extender la autonomía de nuestro coche eléctrico, disfrutamos de una motocicleta con motor de combustión en nuestro garaje para su disfrute.
Y si vamos a afrontar un viaje largo y las baterías de nuestro coche no tienen la suficiente capacidad para llevarnos hasta nuestro destino, podemos desmontar la horquilla delantera, enganchar la motocicleta a una bola de remolque, enchufar sus conexiones eléctricas a las del coche a través de una toma especial ya preparada, y usar el motor de combustión para generar electricidad cuando las baterías ya estén a punto de agotarse.
De hecho, en el interior del maletero podríamos guardar el tren delantero de la motocicleta para que, una vez llegados a nuestro destino, podamos convertir de nuevo nuestro remolque en un vehículo de dos ruedas para desplazarnos a donde queramos.
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Insistimos en que esta patente no es más que eso, un diseño plasmado en unos documentos que BMW ha patentado en Alemania para asegurarse que ningún otro fabricante registra en el futuro un sistema idéntico al que planean sus ingenieros. El cómo y el cuándo lo veremos aplicado a la producción real son dos cuestiones a las que, de momento, no podemos responder, pero nadie puede negar que la idea es ingeniosa y única a partes iguales.