 Redacción @todocircuitoweb |
A pesar de que Valentino Rossi está sufriendo algunos de los síntomas del coronavirus, el piloto italiano no ha perdido su habitual sentido del humor. Esta mañana, al poco de levantarse de la cama -no es muy amigo de los madrugones-, el #46 se ha encontrado lo suficientemente bien como para atender a sus amigos del programa radiofónico Deejay Chiama Italia mientras veía por televisión los primeros entrenamientos libres de Moto3 en Motorland Aragón, donde los pilotos han tenido que enfrentarse a unas temperaturas realmente bajas.
El piloto de 41 años ha asegurado "no estar nervioso" por haberse contagiado de coronavirus, y aunque físicamente no se encuentra del todo bien, lleva bien su aislamiento en su casa de Tavullia donde intenta hacer vida normal sin entrar en contacto con su pareja: "Estoy aquí viendo los libres, les veo dar vueltas. Están a 5º C, en estas condiciones no es nada agradable pilotar. La pista tiene poco grip, los neumáticos no se calientan y tienes que intentar llevarlos a su temperatura, no es algo agradable".
Valentino ha explicado también cómo y cuándo se dio cuenta de que algo no iba bien en su cuerpo. El italiano regresó en avión desde París a Italia tras la carrera del domingo, y el martes disfrutó de una pequeña celebración junto a su pareja Francesca Novello por su cumpleaños, quizás el foco del contagio. Ese mismo día, por la mañana, Rossi se sometió a un test PCR que arrojó un resultado negativo.
El miércoles, sin embargo, empezó a encontrarse mal, así que optó por no coger su avión rumbo a España y se quedó en casa, momento en el que avisó a los médicos del campeonato. El jueves le realizaron dos PCR más en Tavullia, una primera de tipo rápido que dio un resultado negativo y después una más exhaustiva que acabó revelando el positivo pasadas las 16:00 de la tarde del jueves.
"Me hice la PCR habitual que nos hacemos martes antes de cada carrera, y estaba bien", cuenta el #46. "Tenía luz verde para irme, pero el miércoles por la noche ya empecé a sentirme mal, tenía los síntomas típicos: me dolía la espalda, los huesos, la cabeza... tenía fiebre, 37,6º C, y dije 'Venga ya'. Me hice otra PCR rápida y daba negativo, pero decidí no irme porque estaba enfermo".
"El jueves por la tarde llegaron los resultados de la otra PCR y fue positiva, así que por fortuna me he podido quedar en casa aislado. Si me tengo que confinar una semana en Aragón me tiraría por el balcón", bromea el piloto de Yamaha, que intenta llevar con el mejor estado de ánimo posible este positivo por coronavirus que llega en un momento complicado a nivel deportivo para Valentino después de sumar tres caídas consecutivas desde el GP de la Emilia Romagna.
Precisamente sobre esta mala racha ha dado algunos detalles el italiano: "Uno no está exento de cometer errores, sobre todo últimamente. Los últimos han sido tres caídas, cada una de un modo distinto, sobre todo en Barcelona donde estaba muy fuerte y ya había hecho lo más difícil. En Le Mans, mirando la telemetría, no entiendo por qué me caí. Lógicamente tuvo que pasar algo. Me caí a 60 por hora, así que no fue nada grave".
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El #46 recordó sus intentos por levantar la moto en Le Mans e intentar seguir en la carrera a pesar de que los comisarios le invitaban todo el rato a coger el camino del vial: "Estaba tan desesperado... la saqué de la grava y tuve que pelearme con los comisarios, porque tienen que sacarte de la pista. La empujé un par de veces para arrancarla, entonces vino un comisario y me dijo 'dónde vas si no tienes estribera', y ahí es donde lo dejé", recuerda Rossi entre risas.
Rossi es uno más de los muchos deportistas internacionales que se han visto afectados de lleno por el COVID-19, la última Federica Pellegrini, la nadadora más famosa de Italia, con la que Rossi conversa de vez en cuando: "Sí, le he mandado un mensaje a Federica diciéndole que el virus tiene buen ojo porque me pilló a mí, a ella, a Cristiano Ronaldo y a Ibrahimovic", admite entre risas.
