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Kalex ha sido el primer fabricante de Moto2 que ha mostrado, de forma pública, un primer prototipo para 2019. El año que viene se introduce un nuevo motor Triumph tricilíndrico de 765cc (el actual es un tetracilíndrico de 600cc firmado por Honda) y todos los diseños de chasis cambiarán por completo. Kalex es la fábrica con más presencia en la categoría intermedia y, por ahora, ha querido demostrar que lleva la delantera en términos de desarrollo.
La prueba del fabricante alemán, celebrada con el piloto Jesko Raffin en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia, fue muy exitosa: se quedaron a menos de 2 segundos del récord de la pole del trazado. Con un piloto al que le costó ser competitivo y con mucho tiempo para mejorar por delante.
En cambio, Suter ha decidido seguir otro camino para el desarrollo. La firma Suiza ha sido otro de los grandes protagonistas de Moto2 desde su nacimiento (Marc Márquez fue campeón con esta marca) y quiere guardar días de test porque la ECU que controlará el nuevo motor no estará lista hasta dentro de varias semanas.
"No hemos probado todavía porque creemos que no tiene mucho sentido conducir sin la ECU que también se usará en 2019. Tenemos diez días de prueba y queremos usarlos cuando tengamos la electrónica y todo. La ECU fue anunciada para finales de marzo y luego para mayo. Ahora es el lunes después de Mugello. Esto lo decide Magneti Marelli. No podemos hacer nada al respecto. Ciertamente, estaremos listos en mayo y esperaremos a ver qué pasa", explicó Reto Karrer, jefe de I+D en Suter Industries, al medio alemán Speedweek.
Lo cierto es que 2019 será un año clave para Moto2 porque la intención de los organizadores es que el cambio de motor fomente la llegada de nuevas marcas. El dominio de Kalex y la monotonía de las carreras había convertido la categoría intermedia en un producto poco atractivo para fabricantes y aficionados, motivo por el que se buscaba este revulsivo. Una medida similar, como fue la electrónica común, tuvo un gran éxito en MotoGP.