 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
No es habitual que Valentino Rossi hable sobre lo que sucedió el 23 de octubre de 2011. Aquel día, su amigo Marco Simoncelli se dejaba la vida sobre el asfalto de Sepang, un accidente en el que el propio Valentino se vio implicado y que jamás podrá borrar de su memoria.
Cada vez que se nombra en una entrevista lo ocurrido en Sepang, Valentino trata de esquivar el tema del mejor modo posible, a sabiendas de lo duro que le resulta recordar a Marco, incluso ahora que han pasado siete años desde la fecha del accidente. Por eso, sorprenden sus últimas declaraciones a la revista Riders Magazine, que le ha dedicado un número completo al piloto de Tavullia titulado 'The Yellow Issue', 100 páginas en las que sólo se habla del #46 y que ya están a la venta en los kiosos de toda Italia.
Sobre Simoncelli, Rossi no oculta que "eramos muy amigos, estábamos juntos casi todos los días, al menos cinco o seis días cada semana. Casi siempre, después de entrenar, nos íbamos a cenar a caso de Carlo [Casabianca, su preparador físico] con Sic que llevaba el sushi y comía el doble que nosotros y le mandábamos a la mierda. Era bonito".
Su tono cambia cuando habla de lo sucedido el 23 de octubre de 2011. "Estar involucrado en el accidente fue algo devastador. Fue difícil superarlo a nivel personal, aunque nunca pensé en dejarlo. Lamento haber estado allí, quizás si hubiese estado un par de motos por detrás habría sido más fácil. Pero con el tiempo todo se pasa y cuando pienso en Sic sólo tengo recuerdos positivos. En el fondo pasó lo que pasó y no se puede hacer nada", lamenta el de Tavullia.
Presenciar un accidente de este tipo, en el que se pierde a un buen amigo, no es algo fácil de soportar. ¿Cómo pudo seguir corriendo Valentino? "He seguido hacia delante por amor. De lo contrario ya habría parado. Porque una situación como la del incidente de Marco no se supera", responde el piloto de 39 años.
"Yo ya era grande, había ganado el Mundial, podía decir 'basta'. Intenté separar las dos cosas, el dolor y lo que había que hacer para superarlo. Entonces pensé en mi carrera, que quería seguir, volver con Yamaha y ganar otra vez" aclara Valentino.
Precisamente gracias a Marco surgió uno de los proyectos personales que más apasionan a Rossi. Se trata de su Academia de pilotos, lo que más le gusta a Valentino "por encima de todo". "Es un un placer trabajar en ella. Todo nace por Marco Simoncelli, en el 2006-07 estaba en crisis, no iba rápido y me dijo: 'Vale, estoy en la mierda, no consigo ningún resultado , ¿me enseñas cómo entrenar? ¿Me echas una mano? ¿Entrenamos juntos?'".
Aunque Valentino dudó en un primer momento, finalmente aceptó la petición de Simoncelli y ambos empezaron a entrenar juntos: "Yo era amigo de Marco, pero todos éramos muy celosos a la hora de preparar las carreras. Al principio dudaba, pero al final Sic era simpático y yo pensé: 'Si hay alguien que me hace compañía cuando entreno o cuando doy vueltas con la moto de cross será bonito'. Pensé que era un modo de crecer y ser más fuerte. Y de ahí nació la academia".
Después de Marco llegaron otras promesas italianas como el vigente campeón del mundo de Moto2, Franco Morbidelli, o el propio Luca Marini, hermano de Valentino por parte de madre: "Después llegó Franco Morbidelli y se produjo el incidente de Sic. Así que, un poco en su honor, seguimos con el proyecto y después de Morbidelli vino mi hermano, que había empezado a correr con su padre y le pregunté, ¿estás seguro? Me parecía extraño. Y el resto siguió de forma natural".
