Foto: Fabrizio Porrozzi
 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Jordi Torres se ha dado una auténtica paliza durante las dos jornadas de test privado que el piloto español ha completado esta semana en el Circuito de Jerez. El de Rubí ha dado un total de 172 vueltas (más de 750 kilómetros) entre el lunes y el martes en la que ha sido su primera toma de contacto con la moto que pilotará en 2018, la MV Agusta F4 RC.
El dorsal #81 del WSBK llegaba a este test con molestias tras su última caída en la ronda final de Losail. Aunque en el equipo italiano había dudas sobre el estado físico de Torres -llevaron a Alex De Angelis como reserva-, el español se encontró mejor de lo que esperaba: "Estoy bien, me he recuperado muy rápido en estas dos semanas y hemos hecho varios tratamientos PRP y también con máquinas de magnetoterapia y la verdad es que me ha ido bien porque ya puedo estar de pie, puedo caminar y en moto no me duele mucho, me duele para ir en bicicleta o al gimnasio, eso lo tengo prohibido", explicaba Jordi al portal oficial del campeonato.
El catalán dice estar "contento" tras conocer a la que será su moto en 2018, y cree que "era necesario hacer estos dos días de test porque ha sido una toma de contacto con el equipo, que me conozcan a mí, yo conocer la moto, ver cómo trabajamos juntos, y la verdad que estoy muy satisfecho de poder haber hecho estos dos días"
Con un mejor registro de 1'40.595, Torres ha superado con la MV Agusta su mejor tiempo durante la última ronda jerezana del WSBK, cuando marcó un 1'40.992 durante la Superpole 1 a los mandos de su antigua BMW S1000RR. Los tiempos dejan claro el optimisimo de Torres en este nuevo proyecto: "La moto va muy bien, me divierto mucho sobre ella, puedo conducir como yo me espero, es muy precisa y la entrada en curva es muy veloz. Empiezo a cogerle el truquillo a la MV Agusta, es cierto que en estos dos días me he quedado lejos del margen para ir al límite, creo que aún me puedo pedir más. Pero hasta donde hemos llegado me siento cómodo y veo un gran margen de trabajo por hacer".
¿Qués es lo que más le ha sorprendido a Torres de la MV Agusta F4 RC? "Me ha sorprendido que a pesar de ser un chasis tubular la moto es rígida", responde el español, "en el sentido de que todo se siente brusco, pensé que al ser tubular todo iba a flexar más, sobre todo con el monobrazo también, sin embargo todo lo contrario, me he encontrado una moto dura, precisa pero que no te puedes equivocar mucho porque si lo haces te vas fuera, pero es verdad que me ha gustado eso, llevarme una sensación contraria a la que me esperaba".
En cuanto a la electrónica -uno los aspectos que son clave para estar delante en el WSBK-, Jordi reconoce que la máquina italiana "es mucho más estable electrónicamente, se mueve mucho menos la moto y eso le facilita el trabajo al piloto, te permite ver qué línea quieres hacer, aprovechar mejor la pista, y te llevas menos sobresaltos cuando das un giro".
Leer también: Test Jerez SBK: Jordi Torres mejora en más de un segundo su tiempo con la MV Agusta F4
Con este test de Jerez, MV Agusta da por finalizada su actividad en pista hasta la llegada de los primeros test de 2018. Respecto al calendario de pruebas, Jordi Torres dice "no saber" en qué fechas se celebrarán los test privados de MV Agusta, aunque espera "tener uno en Portimao". En cualquier caso, confía en la gestión de su nuevo equipo: "Ellos saben qué cambios tienen que hacer para el año que viene, sobre todo con el reglamento nuevo, y si necesitamos hacer alguna prueba de durabilidad o componentes el equipo está en grado de ir a un circuito y poderlo hacer".
