 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
En 2008, un par de años después de su retirada como piloto profesional, Sete Gibernau decidió construir un circuito privado en la parte trasera de la finca que el piloto catalán tiene a a las afueras de Forallac, una pequeña población gerundense de 1.700 habitantes ubicada en la comarca del Bajo Ampurdán.
Sete no escatimó en gastos y levantó una pista asfaltada de 1.300 metros de recorrido que poco tiene que envidiar a muchos kartings españoles, mezclando curvas de todo tipo, una recta trasera de 150 metros y un pequeño edificio que incluye un amplio garaje y un salón.
Sin duda alguna, un auténtico paraíso para cualquier aficionado a las dos ruedas que también le ha traído algún que otro quebradero de cabeza a Gibernau, que en 2014 fue denunciado por un vecino debido a los ruidos que generaba el circuito, ubicado a sólo 300 metros de Els Clots de Cant Julià, un paraje protegido como Bien Cultural de Interés Nacional.
Vista aérea del circuito privado de Sete Gibernau
Además de diversión, estas instalaciones también son una herramienta de trabajo perfecta para Sete y todos los pilotos de su entorno, entre ellos Dani Pedrosa, que entrena aquí con cierta regularidad alternando su Supermotard con su pequeña Honda NSF100 pintada con los colores de su RC213V de MotoGP.
Hace unos días, el equipo de Supermotard LUC1 viajó hasta Forallac para que sus dos pilotos, Sylvain Bidart y Laurent Fath, conociesen el circuito privado de Sete Gibernau, y para ello contaron con un monitor de lujo: Dani Pedrosa, que ofreció su mejor sonrisa para que la gente de LUC1 disfrutase de un día inolvidable, una jornada que arrancó con Supermotard y acabó con las divertidas NSF100 que Gibernau guarda en su garaje... por supuesto, con el ex-piloto español enfundándose el mono para demostrar quién es 'el rey de la casa'.
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Fuente: Youtube LUC1 Motorsport
