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Sevilla cuenta desde hace unos meses con un nuevo punto de reunión para moteros, Garage Moto Cafe, un restaurante-cafetería ubicado en pleno Barrio de Triana, junto al Guadalquivir, fundado por dos grandes amigos: 'Kini' y el ex-piloto de MotoGP Alex Hofmann, que además de comentar las carreras del mundial para la televisión alemana y de seguir colaborando con KTM en su proyecto dentro de MotoGP, saca tiempo para atender -cuando puede- su nuevo negocio.
Tal y como explicó hace unos días el propio Hofmann a a Movistar MotoGP, la idea de abrir este restaurante-cafetería surgió hace unos años, poco después de que el piloto de Mindelheim disputase su última temporada en MotoGP con el equipo PRAMAC Ducati. "Kini abrió mi fan club español en 2007, que es más grande que el alemán", cuenta entre risas y un español casi perfecto el piloto germano. "En 2008 ya cambié y empecé a hacer test con Aprilia, siempre en Jerez. Luego hablamos en Sevilla, hace tres o cuatros año, de la idea, y ahora tenemos que hacerlo".
Hofmann sacó entonces a relucir sus contactos con KTM y Red Bull, mientras que 'Kini' puso sobre la mesa su experiencia en el sector gastronómico. El resultado: Garage Moto Cafe, abierto desde el pasado mes de junio, un nuevo concepto de restaurante-cafetería donde uno puede ir a tomarse una cerveza, pedir algo de su suculenta carta o bien comprarse un casco, una chaqueta o cualquier otro accesorio dentro de la tienda que Garage Moto Cafe tiene en su interior.
La ambientación es total, con monos auténticos usados por pilotos patrocinados por Red Bull como Marc Márquez o Pol Espargaró, escapes de MotoGP colgados del techo, discos de freno por las paredes, muebles específicos para dejar los cascos de los clientes, fotografías, varias pantallas para seguir en directo carreras de MotoGP, SBK, Mundial de Resistencia... en definitiva, un paraíso 100% motero para desconectar de la rutina diaria.
Garage Moto Cafe se encuentra en la C/ Betis 52, en pleno corazón de Sevilla, a 200 metros de la Torre del Oro. Si te acercas, a lo mejor tienes suerte y el propio Hofmann te tira una Cruzcampo o te pone un café con leche mientras te cuenta alguna de sus miles de anécdotas mundialistas.