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BMW está dispuesta a abandonar el Mundial de Superbikes si Dorna impone finalmente una electrónica común para todas las motos de la parrilla, una idea que el gestor del campeonato ya debatió durante la última reunión de la SBK Commission celebrada en Barcelona hace ahora dos semanas.
Marc Bongers, responsable técnico de BMW en el WSBK, cree que el futuro del campeonato pasa por emplear la electrónica que ya equipan las motos de serie, imponiendo un límite de gasto máximo a la hora de mejorar su uso en competición, algo que ya sucede en Superstock. "En nuestra opinión la situación actual de Superstock con un límite de 6000€ y uno un poco más alto de 8000€ en WSBK, sin contar con el cableado, ya es un límite de precio aceptable cuando las normas se siguen y se aplican correctamente", ha explicado Bongers a bikesportnews.com.
En BMW tienen claro que la imposición de una electrónica común para todos los equipos perjudicaría directamente el desarrollo de sus motos de serie: "No creemos que una normativa de ECU única consiga juntar a la parrilla. En tercer lugar, y quizás sea lo más importante, desarrollamos funciones y sistemas de control que acaban en las motos de carretera, y esta es la razón por la que hacemos este tipo de desarrollo".
Bongers deja claro que "si perdemos esto, perderemos el interés por competir en el WorldSBK. El anti-wheelie, el control de tracción y el ABS son algunos de los sistemas de seguridad que se han beneficiado de nuestro desarrollo en competición y que han mejorado la seguridad de las motos de calle. Sin un desarollo constante en competición, esto no pasaría tan rápidamente".
"Creemos que las Superbikes deberían ser cercanas a las motos que vendemos de calle y que usar una ECU de serie es el camino a seguir. Es una solución mucho mejor, siempre y cuando se aplique de forma correcta", apunta el máximo responsable técnico de la marca alemana en el WSBK.
A día de hoy, la presencia de BMW Motorrad en el Mundial de Superbikes es mínima. El Althea Racing de Jordi Torres y Raffaele de Rosa es la única estructura que confía en la marca alemana, recibiendo apoyo semi-oficial de fábrica, aunque sin ser un equipo 100% Full Factory. Este status hace imposible que sus dos pilotos puedan luchar en igualdad de condiciones contras las Kawasaki y Ducati oficiales, las grandes dominadoras del campeonato.
Por este motivo, su propietario Genesio Bevilacqua cree que a día de hoy el WSBK "necesita algo más que una electrónica común" si se quieren igualar las cosas en parrilla. "No hay espacio suficiente para dos grandes campeonatos con el compromiso actual de las fábricas. En MotoGP tienen que mostrar lo fuertes que son, lo que puden llegar a desarrollar. Superbikes debería ser un campeonato para equipos y no para fábricas", explica el italiano a Speedweek.com.
Bevilacqua dice estar "en contra de las reglas actuales", por eso, "si nada cambia, quizás uno o más equipos se retiren, como el Althea", amenaza el italiano, que a diferencia del responsable técnico de BMW, sí apuesta por la electrónica común como una de las muchas medidas que necesita el WSBK para recuperar el interés de los equipos y del público: "Me gustaría una normativa muy cercana al modelo de serie, como en Superstock, con una ECU proporcionada por Dorna. Esto equilibraría las cosas entre las fábricas".