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Además de mostrar los colores definitivos de su RC16 2017 de MotoGP, KTM también ha presentado hoy en Austria la decoración que lucirá su nueva Moto2 desarrollada en colaboración con WP, una moto que este año debutará en la categoría intermedia dentro del equipo Ajo Motorsport Moto2, una estructura que contará con apoyo directo de la fábrica de Mattighofen.
Precisamente el ex-piloto finlandés, Aki Ajo, ha sido uno de los protagonistas de la presentación, asegurando estar "muy orgullosos de formar parte de este proyecto". El team manager del Ajo Motorsport afronta la temporada 2017 con la presión de defender el título de Moto2, después del dominio demostrado por Johann Zarco durante estos dos últimos años a los mandos de su Kalex.
Sin embargo, a pesar de su condición de favoritos, la llegada de dos nuevos pilotos como son Miguel Oliveira y Brad Binder, y el debut de una moto totalmente nueva, son ingredientes suficientes para que Aki Ajo se muestre prudente con los objetivos para 2017: "Siempre es difícil después de una temporada tan buena, las expectativas siempre son altas, pero debemos mantener los pies en el suelo porque cada temporada es diferente, sobre todo ahora con este nuevo proyecto en Moto2. Tenemos que empezar desde cero, así que no podemos esperar empezar ganando carreras de forma inmediata, pero está claro que ese es nuestro objetivo".
El portugués Miguel Oliveira, que ya vistió los colores de Red Bull y KTM en Moto3, dice estar "muy contento por formar parte de este proyecto, después de haber estado junto a KTM en 2015, ha sido muy bonito volver con ellos. Quiero darles las gracias por ficharme para este proyecto, afronto un nuevo desafío con esta Moto2 de KTM, tengo muchas ganas".
Sobre la moto, Oliveira ha comentado que su primera toma de contacto ha sido "realmente positiva", y destaca el trabajo realizado en los test de pretemporada de Valencia y Jerez: "hemos hecho varios test este mes y ha ido bien aunque todavía tenemos mucho margen para mejorar, pero estoy seguro de que estaremos ahí".
Por su parte, el vigente campeón del mundo de Moto3, Brad Binder, ha lamentado la mala suerte que sufrió el pasado mes de noviembre, cuando se rompió el antebrazo en Valencia durante uno de sus primeros test con la KTM Moto2: "Me siento bien, desafortunadamente el invierno no ha ido como me gustaría, he tenido mucho tiempo para lamentar mi mala suerte, pero ahora sólo pienso en empezar los test y volver a la normalidad".
El sudafricano llega sin presión a la categoría intermedia, donde no se plantea ningún objetivo a corto plazo: "Bajarme de la Moto3 y subirme a la Moto2 va a ser algo bastante duro, siendo sincero, no me he planteado ninguna meta, sólo quiero subirme a la moto y mejorar en cada sesión, trataremos de trabajar lo más duro posible ya ya veremos cómo acabamos".
KTM es el único fabricante que este año apuesta por un chasis tubular de acero en su Moto2, frente al doble viga de aluminio de Kalex, el gran dominador de la categoría intermedia.