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El futuro de las Road Races en Irlanda e Irlanda del Norte está en peligro

Publicado el 08/02/2017 en Road Races

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Por Alfonso Somoza
@sukosomoza | Google +

La imparable subida en el precio de los seguros de responsabilidad civil de las Road Races está poniendo en peligro el futuro más inmediato de este tipo de carreras en Irlanda e Irlanda del Norte, posiblemente las dos naciones donde existe la mayor afición por el motociclismo de competición en vías públicas.

Las alarmas ya saltaron en 2016 cuando el Loughshinny Club anunció la suspensión de Killalane, una de las road races de mayor tradición en Irlanda que, desde 1984, se había venido celebrando de forma ininterrumpida en Skerries, compartiendo parte de su trazado urbano con el utilizado en la Skerries 100, otra carrera organizada también por el Loughshinny Club.

Lamentablemente, la organización de Killalane ha confirmado de nuevo la suspensión de esta carrera de cara a 2017 por el inasumible coste del seguro de responsabilidad civil que están obligados a contratar para cubrir cualquier gasto derivado de un accidente. Y es que para este año la prima del seguro se incrementa en 4.600 euros extra, de modo que organizar un fin de semana de road races en Irlanda o Irlanda del Norte supone un coste medio de 21.000 €, cifra que se incrementa hasta los 43.000 € si se trata de un evento de carácter internacional como la North West 200 o el Ulster GP.

A través de un comunicado público, el Loughshinny Club ha explicado que este año "esperábamos una subida del 10% en el seguro y por eso habíamos provisionado los fondos necesarios para celebrar Skerries y Killalane. Pero cuando nos hemos enfrentado a una subida del 100% hemos tenido que sentarnos a la mesa y debatirlo con el comité. Hemos considerado todos los aspectos y hemos intentado estirar el presupuesto, pero desgraciadamente no hay otro modo de seguir celebrando carreras en Fingal que realizando un único evento".

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De acuerdo a los cálculos del Club, la subida de la prima del seguro para este 2017 suponía desembolsar otros 25.000 euros que no habían previsto, algo imposible de conseguir sin el apoyo de grandes patrocinadores, centrados únicamente en las grandes citas internacional de las carreras urbanas.

La de Killalane podría no ser la única Road Race que termine en el olvido. Otras pruebas como Cookstown, Tandragee y Armoy también están en peligro si sus organizadores no consiguen completar el presupuesto para este año y cubrir así los costes del seguro.

¿Cómo se financian entonces estas Road Races? A diferencia de los circuitos de velocidad cerrados, las carreras urbanas discurren por carreteras abiertas, de modo que el público no paga entrada alguna. Por este motivo, los organizadores elaboran un completo programa con toda la información de la carrera, horarios y detalles de cada piloto que venden a un precio similar al de una entrada de un partido de fútbol en Irlanda, y ya es decisión del espectador adquirir o no ese programa para aportar su granito de arena.

Además, cuentan con las tasas de inscripción de los pilotos, la aportación de pequeños patrocinadores (la mayoría locales) y la colaboración de numerosos voluntarios que ejercen la labor de comisarios de pista sin cobrar nada. Sin embargo, todos estos esfuerzos no parecen suficientes para hacer frente al temido seguro de responsabilidad civil.

Tags: road races, carreras urbanas, north west 200, tt isla de man.


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