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La condena a cuatro años de prisión impuesta un madrileño que intentó levantar un circuito de motocross particular en un terreno de su propiedad ha encendido Internet. Todocircuito.com fue uno de los primeros medios en hacerse eco de la noticia, logrando un alcance superior al medio millón de personas a través de Facebook, donde más de 3.400 seguidores han compartido esta noticia para manifestar su más profunda indignación y solidaridad con Hugo Arriazu.
De forma paralela, un cibernauta abrió en Change.org una petición bajo el hashtag #PILOTOSNOPIRATAS dirigida al Ministerio de Justicia y a la Comunidad de Madrid en la que pide "la anulación de la condena a cuatro años de cárcel por crear una pista de motocross". La iniciativa ha sido un éxito, y en sólo 24 horas ya ha conseguido recoger más de 2.900 firmas del total de 5.000 propuestas al inicio de la petición.
Entre los comentarios de los miles de firmantes, se pueden encontrar frases como "No hay derecho, no tenemos ningún lugar donde practicar nuestro deporte, somos deportistas no delincuentes", "La condena es una animalada con una multa bastaría" o "No entiendo 4 años de carcel por hacer un circuito donde practicar deporte". Si tú también quieres firmar la petición, pincha aquí.
Tal y como ya te contamos ayer (leer noticia), Hugo Arriazu ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a cuatro años de prisión y 4.400 euros de multa por haber movido las tierras de su finca ubicada en Colmenar del Arroyo para construir un circuito de motocross en el que pudiese entrenar su hijo, piloto profesional. Los hechos se remontan a 2011, cuando Hugo fue denunciado por el SEPRONA al comprobar éstos que no había solicitado ningún permiso para ejecutar las obras. En ese momento, tras conocer la denuncia, Arriazu decidió abandonar el proyecto.
Al tratarse de una zona de alta importancia ecológica incluída dentro del plan ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves de los ríos Cofio y Alberche), el tribunal madrileño entiende que las obras iniciadas por Hugo Arriazu influyeron negativamente en la vida de aves como el águila imperial ibérica o el buite negro.
La defensa de Arriazu, por su parte, insiste en que la regulación de espacio protegido no estaba en vigor en el momento de la denuncia, un argumento que la Audiencia Provincial no da por válido al entender que "al tiempo de los hechos" ya había entrado en vigor previamente.
Hugo Arriazu ha llevado ahora su caso al Tribunal Supremo. De momento, ya cuenta con el apoyo de miles de personas en toda España.