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Cuando uno circula por una carretera rusa, está expuesto a todo tipo de peligros. Adelantamientos kamikazes, asfalto en mal estado, borrachos, camiones adelantando en línea continua... y ahora también, la policía. El conductor de este coche ni se imagina lo que está a punto de ocurrirle durante un viaje en carretera con un grupo de agentes del SOBR, un equipo de acción rápida de la policía rusa.
El hombre circula con tranquilidad adelantado a varios coches en una carretera de doble sentido. En un momento dado, una furgoneta roja se mete también en el carril contrario y el conductor le pita, viéndose obligado a invadir parte del arcén. Pasan un par de minutos y esa misma furgoneta le pasa en línea continua y le hace gestos para que se detenga... es entonces cuando empieza la acción.
Del furgón rojo se bajan varios agentes que empiezan a golpear el coche, al igual que del 4x4 gris que circula por delante. El conductor, totalmente confundido, no sabe si darse a la fuga por miedo a una posible paliza. Por suerte para él, uno de los agentes se percata de la cámara y da orden al resto para que paren.
La cosa quedó finalmente en una multa para el pobre conductor.