REPORTAJES

Cómo elegir tu casco de competición

Publicado el 17/04/2019 en Artículos

Por Borja Arias
@borjarias | Google+

La hora de comprarnos un casco nuevo suele ser un momento importante y especial, ya sea nuestra primera vez, o estando curtidos en kilómetros de experiencia y sepamos que buscamos, y sobre todo que necesitamos. En este aspecto cabe reincidir que dependiendo de nuestro tipo de moto y el uso que vayamos a darle, se hace más recomendable decantarnos por un tipo de casco u otro.

Este hecho hoy en día es más fácil que nunca teniendo en cuenta el amplio abanico de opciones a nuestra disposición variando el segmento de la moto, desde cascos tipo jet, retro, touring o sport-touring, pasando por modulares, on/off road o de competición. En esta última gama vamos a centrar las siguientes líneas, poniendo el foco sobre cascos de competición, es decir, los más indicados para uso deportivo en circuito o con motos de tipo 'R'.

Cuando estamos pensando en comprar un casco de características deportivas solemos hacerlo por necesidad o bien porque se ajusta al tipo de conducción que practicamos con nuestra moto, aunque por supuesto no siempre se dan estos parámetros. A mi juicio, comprar un casco racing o de competición debe estar ligado a tu moto y uso que vayamos a darle, es decir, partiendo de un modelo 'R' para pilotar en pista o conducir en carretera.

Los cascos de competición se crean para tal efecto, donde las marcas invierten mucho esfuerzo tanto económico como de investigación y desarrollo para ofrecer las máximas prestaciones en niveles de aerodinámica, ventilación, ergonomía o peso. Así como en materia de seguridad, punto clave ya que con una moto deportiva se alcanzan velocidades muy elevadas, sobre todo en circuito.

Con todo ello, son muchos aspectos a valorar cuando compramos nuestro casco, pero algunos son clave a la hora de practicar una conducción deportiva o en circuito. El primero y más importante es la seguridad, un punto marcado por su diseño y materiales de construcción. Necesitamos un casco resistente y capaz de absorber la máxima energía en caso de impacto. Para ello los cascos de gama alta suelen fabricarse -la calota- bien en fibra de carbono o en compuestos multi-fibras, buscando la máxima ligereza pero al mismo tiempo la máxima rigidez y capacidad de absorción de energía.

Un ejemplo de casco de competición de máximo nivel, y que yo mismo uso en la actualidad para circuito, es el Shoei X-Spirit III. Cuenta con una calota construida mediante un compuesto multifibra que combina fibras orgánicas, de vidrio y de alto rendimiento, de esta forma se han logrado capacidades superiores en materia de seguridad, superando los test de impacto S.H.A.R.P con la máxima puntuación, 5 estrellas sobre 5, así como demostrándolo en competiciones de alto nivel como el Campeonato del Mundo de Superbikes o el Mundial de MotoGP.

A esto debemos sumarle, y asegurarnos, que cuente con sistema de cierre doble D, y un sistema de extracción de emergencia para casos de accidente. Con lo primero evitaremos de forma infalible que el casco pueda salirse ya que es prácticamente imposible que se suelte la correa mediante dicho cierre, y con el segundo, en caso de caída, facilitaremos a los servicios de emergencia la extracción del casco para atendernos con mayor rapidez y minimizando posibles daños.

Otro aspecto muy importante y a tener en cuenta es la ligereza del conjunto y su aerodinámica. Un casco ligero como el Shoei X-Spirit III, con tan solo 1.250 gr (talla M), es fundamental para una conducción intensa. Castigará menos nuestras cervicales y nos facilitará los movimiento encima de la moto. En cuanto a un diseño aerodinámico, más si cabe hoy en día, es totalmente necesario. Con motos que superan con facilidad la barrera de los 300 km/h es vital una aerodinámica perfecta para estabilizar la cabeza, mantener una visión correcta y no restar velocidad punta a la moto. Esto lo saben los fabricantes y modelan sus cascos de alto rendimiento en túnel de viento como es el caso de Shoei.

También debemos tener en cuenta la ventilación. En una conducción deportiva la intensidad física es superior y debemos mantener refrigerada la cabeza lo mejor posible, así como permitir la entrada del mayor volumen de aire -oxigeno- en la parte frontal. Como claro ejemplo de buena ventilación, una entrada de aire en la mentonera, dos en la frente y una superior, más 6 salidas de aire posteriores conforman el sistema de ventilación del Shoei X-Spirit III. De esta forma nos aseguramos la correcta refrigeración de nuestra cabeza, así como un buen volumen de oxigeno directo a nuestra nariz.

La pantalla también es un elemento importante en un casco de competición. Debe ofrecernos un buen campo de visión, ser resistente a posibles impactos, y contar con un sistema de fijación y anti apertura capaz de retener la pantalla cerrada en caso de caída para seguir protegiendo nuestros ojos, por ejemplo de la grava que encontramos en las escapatorias de los circuitos. Además, que incluya sistema anti vaho Pinlock y tetones micrométricos para Tear-Off usados en competición, suma muchos enteros en un casco racing.

Por último, pero no menos importante es que ergonómicamente sea un casco cómodo, capaz de adaptarse a nuestra fisionomía a la perfección, sin que nos resulte molesto en algún punto de la cabeza pasados los kilómetros. Para ello, los grandes fabricantes de cascos como Shoei, suelen ofrecer diferentes moldes de calota en función del continente donde se vayan a comercializar. Además, en el caso del X-Spirit III, su calota se fabrica en 4 tamaños diferentes para ofrecer hasta 6 tallas diferentes con sus respectivas tallas de acolchado interno.

De esta forma se logra uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, el ajuste del casco a nuestra cabeza. Una vez puesto, este nunca debe bailar sobre la cabeza si la giramos con rapidez o deslizarse hacia arriba o abajo con evidente facilidad. El casco debe quedar bien ajustado, con cierta presión de sujeción pero sin que esta llegue a ser molesta. Medir la circunferencia de la parte superior de nuestra cabeza como recomiendan los fabricantes suele ser el punto de partida idóneo para saber nuestra talla, pero no hay nada como probárselo para saber si es nuestra talla correcta o no.

En resumen, si necesitas un casco de alto rendimiento para usar en competición, circuito o carretera, siempre ten en cuenta estos puntos: para competir en Europa, que tenga su homologación correspondiente (ECE 22-05), seguridad (los Test SHARP suelen ser una buena guía), ligereza, aerodinámica, ventilación y ergonomía. Por el precio no te preocupes, tu cabeza es lo más importante y donde debes hacer la mejor inversión.

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