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John Hinds: el doctor de las Road Races

Publicado el 15/05/2015 en Road Races

john hinds

Por Alfonso Somoza
@sukosomoza
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Esta semana se está disputando en Irlanda del Norte una de las Road Races más importantes del año, la North West 200. Como es habitual en esta cita, las pruebas se reparten entre el jueves y el sábado, organizando dos carreras por categoría (Superbike, Superstock, Supersport y Supertwin). Precisamente ayer, en la primera jornada de carreras, Alastair Seeley se impuso en Supersport y Ryan Farquhar hizo lo propio en Supertwin.
 
La última carrera de la jornada, la de Superstock, fue interrumpida en la primera vuelta a causa del grave accidente que sufrió Sandor Bitter en Ballysally, cuya moto terminó ardiendo en llamas. Unos segundos después de irse al suelo, Bitter ya estaba siendo atendido por el doctor John Hinds, que marchaba por detrás del grupo a lomos de su BMW S1000RR medicalizada.
 
Hinds es, junto a Fred MacSorley, miembro del equipo médico que cubre la mayoría de carreras urbanas que se disputan en suelo norirlandés. Tanto él como MacSorley son los únicos doctores de todo el mundo que salen junto al resto de pilotos durante la primera vuelta de cada carrera y sesión de entrenamientos -después se paran en puntos estratégicos del circuito- llevando en sus motos todo el material médico necesario para intervenir en caso de accidente. Un trabajo apasionante que exige sacrificar mucho tiempo libre y, también, dinero de su propio bolsillo.

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"Empecé a acudir a las carreras cuando era estudiante y una cosa llevó a la otra", explica John Hinds en una amplia entrevista concedida al Belfast Telegraph. "Cuando iba me impresionaban dos cosas: la carrera en sí y el equipo médico. Como médico en ciernes y motero sentía que necesitaba ayudar y devolverle algo a este deporte. Al principio iba sólo como observador y cuando me licencié como médico, me encontré trabajando con el equipo cada vez más y más".
 
A sus 35 años, Hinds trabaja como anestesista en el hospital de Craigavon, donde también pasa parte de su tiempo ayudando en el área de cuidados intensivos, especialmente si se trata de lesiones de trauma, la mayoría por accidente de tráfico. Cuando empieza la temporada de Road Races en Irlanda (desde febrero hasta después de verano), Hinds cambia su bata por un mono de cuero y aparca el Audi RS4 Avant con el que se mueve a diario por una BMW S1000RR 2015 -antes ya tuvo una Kawasaki ZX-10R, una KTM RC8R y una Honda Fireblade- cargada de mochilas y bolsas repletas de material médico.
 
"Hay siete u ocho médicos en el equipo, y estamos Fred MacSorley y yo sobre las motos. Somos el primer vehículo de respuesta. En la North West, al ser por carreteras públicas, es bastante difícil detener la carrera. Pero nosotros podemos llegar con nuestra moto al lugar del accidente en un momento. Somos un buen equipo, y puedo decir que estamos entre los mejores del mundo a la hora de atender un trauma en el circuito. Si eres un fan de las road races no hay mejor asiento que el mío", reconoce Hinds con una sonrisa. "Además le estás dando algo a este deporte. Es un gran privilegio estar involucrado de este modo".

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El trabajo que Hinds, MacSorley y todo su equipo llevan a cabo cuenta con el respeto y la admiración de todos los equipos de trauma y atención rápida del mundo. De hecho, Hinds viaja con cierta frecuecia a pasíses de todo el mundo para dar charlas y transmitir su experiencia a la hora de atender a un herido en el terreno instantes después de haber sufrido el accidente. "Somos conocidos por ser un pequeño grupo de personas que disfrutan haciendo lo que hacemos. La mayoría de equipos de truma de todo el mundo usan principalmente ambulancias aéreas, pero el número de incidentes que atienden es mucho menor en comparación con los accidentes a los que nos enfrententamos nosotros en un día".
 
Una de las partes negativas de este trabajo es, sin lugar a dudas, el hecho de que Hinds y MacSorley conocen a la mayoría de pilotos que se juegan la vida en este tipo de carreras urbanas, y no es la primera vez que han visto morir en sus brazos a alguno de ellos. "En ciertos aspectos no es más que un trabajo, pero prefiero estar ahí si un conocido sufre un accidente antes que no estar. Llegas a conocer muy bien a los pilotos y tratas de cuidar de tus amigos en todo momento. Es parte de la medicina y para nosotros es una gran recompensa que puedas salvar a alguien que ha sufrido un trauma importante".
 
Hinds pone de ejemplo a Frank Petricola, piloto que el año pasado sufrió un grave accidente en la North West 200. El joven francés de 31 años perdió el control de su S1000RR y terminó impactando contra un poste a gran velocidad, dejando un parte médico realmente aterrador: se había roto dos vértebras, el brazo izquierdo, el codo y la pierna derechas, varias costillas, y se había perforado ambos pulmones, además de sufrir un fuerte traumatismo en la cabeza. 

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La primera persona que atendió a Petricola fue Hinds, que le estabilizó y le salvó la vida en el mismo lugar del incidente. Un helicóptero trasladó al piloto al hospital, donde permaneció en coma varios días en estado crítico. Por fortuna, Petricola pudo recuperarse de sus lesiones y sólo un año después ya está de nuevo batallando en la North West. 
 
"Ver a Franck Petricola correr este año de nuevo es algo increíble", comenta Hinds con cierto orgullo. "Él fue uno de los dos pilotos a los que tuvimos que intervenir de urgencia en el circuito -ndr. el otro piloto fue Simon Andrews, que falleció posteriormente en el hospital-. Este tipo de intervenciones son necesarias cuando el paciente sufre un colapso en sus pulmones y está en estado crítico. En estos casos el equipo hace un trabajo tremendo. Es realmente una recompensa ver a Franck de pie y andando otra vez".
 
El trabajo que lleva a cabo Hinds y todo su equipo es puramente vocacional y voluntario. Anualmente reciben una pequeña ayuda económica que, sin embargo, no sirve para cubrir los gastos que generan las más de 4.000 millas anuales que recorren a lomos de sus motos sumando todas las road races de la temporada. Este 2015, sin embargo, cuenta con un patrocinador que le suministra todos los neumáticos que montará en su BMW, lo que supone un ahorro cercano a los 2.700 euros. Se trata de Bridgestone, que cede varios juegos de Battlax R10 para que Hinds y MacSorley puedan seguir el ritmo de carrera de los pilotos con seguridad.
 
"No puedo agradecérselo a Bridgestone lo suficiente. Los neumáticos son tremendos, si no fuera por esta donación, no me sería fácil continuar mi labor como médico de carrera. Los circuitos tienen entre tres y nueve millas de longitud, así que son demasiado cortos para un helicóptero y demasiado largos para una ambulancia. Ésto hace que mi papel sea más importante porque puedo estar en la escena en el momento para administrar el tramiento inicial y la reanimación", explica Hinds.

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"Tenemos una pequeña paga, pero no cubre nuestros gastos y al final de cada temporada nos toca poner dinero de nuestro bolsillo. Los neumáticos los tenemos que cambiar unas cinco veces al año por la velocidad a la que vamos, y nos cuestan entre 350 y 400 euros, un gasto bastante significativo. El hecho de que nos regalen los neumáticos nos ayuda además a olvidarnos de este asunto y nos libera un poco la mente", finaliza el médico de 35 años.
 
En lo que llevamos de temporada, Hinds y su equipo han ofrecido su asistencia en la Cookstown 100 y Tandragee 100. Esta semana están cubriendo la North West 200, y por delante tienen todavía Skerries, Walderstown, Kells, Armoy, Ulster Grand Prix y Killalane.

Cuando Hinds tiene un fin de semana libre (que son pocos), lo aprovecha para rodar en circuito y mejorar sus habilidades sobre la moto. Aquí le puedes ver haciendo unas tandas en el Circuito de Almería a lomos de su ex-KTM RC8R:
 
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