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El sábado en Mugello no fue la fiesta que esperaba Pecco Bagnaia. En su casa, ante su afición, el piloto de Ducati volvió a encontrarse con un guion ya conocido: una buena salida, buenas intenciones... y una tercera plaza que sabe a poco. Otra Sprint que se escapa, esta vez tras quedar a la sombra de los hermanos Márquez.
“No estoy decepcionado, estoy apenado, que es diferente”, reconocía Bagnaia al bajarse de la moto. “Me esperaba tener un ritmo similar al del año pasado, pero he rodado tres o cuatro décimas más lento, y eso ha sido un problema”. El tono de resignación en sus palabras reflejaba un patrón que se repite carrera tras carrera. “Es una Sprint como las demás. Cuando me acerco al piloto de delante, no puedo hacer nada. Es un límite enorme”.
La frustración del bicampeón del mundo no solo viene por el resultado en sí, sino por la sensación de estar atrapado en un bucle técnico del que no consigue salir. “Es muy repetitivo. Lo digo todos los fines de semana, pero es la realidad”, comentó tras finalizar tercero, por detrás de Marc y Álex Márquez.
Pensando ya en la carrera del domingo, Pecco confía en que un cambio de condiciones le permita recuperar sensaciones. “Puede que mañana haga más fresco. Será importante entender cómo gestionar el neumático delantero desde el warm up, porque noto muchos movimientos delante. Veo que otros hacen cosas que yo no consigo hacer”.
Álex Márquez lo elogió por su estilo de frenada, pero Bagnaia fue claro al respecto: “La frenada en línea recta es una cosa. El problema es la velocidad en curva, ahí es donde pierdo. Este año freno fuerte, pero no puedo mantener el paso en curva como antes”. Y añadió una reflexión que deja claro el contraste con temporadas anteriores: “Aquí, en Mugello, antes marcaba la diferencia en curvas como Casanova, Correntaio, Bucine o Arrabbiata. Ahora son los demás los que marcan la diferencia conmigo”.
El bajón de rendimiento ha sido tan notable que incluso sorprendió al propio piloto. “No me esperaba sufrir tanto. Pensaba que rodaría como el año pasado, más o menos como ha hecho hoy Marc, con un ritmo de 1’46”0. Pero ni me he acercado”.
Las imágenes del paddock tras la carrera lo dijeron todo: Bagnaia, visiblemente contrariado, hablaba con Gigi Dall’Igna, director técnico de Ducati. “Es normal estar disgustado cuando luchas por el Mundial y, de repente, ya no puedes hacer lo mismo que antes. Yo no soy de los que gritan o se enfadan, estamos intentando resolverlo, pero es una pena. Sigo luchando como siempre, pero de un año a otro estoy yendo hacia atrás”.
La carrera, según explicó, no fue lo que había imaginado. “He intentado entender cómo iba, gestionarla, porque hacía mucho calor y no era fácil empujar. Al principio creía que podría estar con Álex, pero no conseguía ponerlo en apuros. En ese momento me di cuenta de que sería otra carrera como las de siempre: en cuanto me acercaba, la rueda delantera empezaba a cerrarse y arriesgaba irme al suelo”.
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En cuanto al test reciente en Aragón, el balance no fue tan positivo como esperaban en Ducati. “Trabajamos para tener más estabilidad, pero no es suficiente. Hace falta otro paso adelante. Antes era fuerte en la entrada en curva, ahora ya no”.