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Aleix Espargaró expresó su frustración tras terminar en octava posición en el Gran Premio de Emilia-Romaña, en el que fue un fin de semana discreto para todo el ejército Aprilia. A pesar de obtener un resultado dentro del top 10, Espargaró señaló problemas persistentes con su RS-GP durante la segunda mitad de la carrera, lo que afectó su ritmo y su capacidad para mantener posiciones más competitivas.
El de Granollers, que partió desde la undécima posición, logró escalar algunos puestos, en parte gracias a las caídas de Pecco Bagnaia, Brad Binder y Pedro Acosta. Sin embargo, no pudo superar a su compañero de equipo, Maverick Viñales, quien cruzó la meta en la sexta posición. La diferencia entre ambos fue de siete segundos, lo que subrayó las dificultades de Espargaró en comparación con su compañero, a pesar de que ambos enfrentaron problemas similares.
En sus declaraciones tras la carrera, Espargaró reconoció que las primeras 20 vueltas fueron satisfactorias, pero no perfectas. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en las últimas seis vueltas, cuando comenzó a experimentar un intenso chattering, lo que le impidió mantener el ritmo. “Aparte de las últimas seis vueltas, cuando el chattering apareció, estoy razonablemente satisfecho con las primeras 20. Estuvimos más cerca de los puestos 3, 4 y 5 de lo que habíamos anticipado, pero aún nos falta rendimiento. Hemos dado un paso adelante, pero no es lo suficientemente grande”, comentó Espargaró.
Uno de los problemas más serios que Espargaró destacó fue la incapacidad de la Aprilia RS-GP para frenar de manera eficiente en el circuito de Misano. Según explicó, tanto él como Viñales tuvieron problemas para parar la moto, particularmente en la curva 6, lo que les hizo perder un tiempo valioso frente a las Ducati y otros rivales como Fabio Quartararo. "Este es nuestro talón de Aquiles. Sabemos que mejorar la capacidad de frenada será crucial para el futuro inmediato", subrayó el piloto catalán.
Además de sus problemas técnicos en pista, Espargaró también expresó su consternación por la decisión del Panel de Comisarios de la FIM de no investigar el incidente en la última vuelta entre Enea Bastianini y Jorge Martín, que resultó decisivo para la victoria del primero.
QUÉ FINAL DE CARRERA 🤯🥵😱
— DAZN España (@DAZN_ES) September 22, 2024
Enea Bastianini adelantó a Jorge Martín con toque incluido para ganar... Y el 89 respondió con un corte de mangas #EmiliaRomagnaGP 🇮🇹 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/o4IfpmEAwR
Durante el último tramo de la carrera, ambos pilotos protagonizaron un contacto que sacó a Martín de la pista brevemente, permitiendo que Bastianini se llevara la victoria con una ventaja de cinco segundos. A pesar del impacto que tuvo el incidente en el resultado, los comisarios decidieron no iniciar una investigación, lo que generó controversia entre los pilotos y el público.
Espargaró no ocultó su incredulidad ante esta decisión. "Estoy muy decepcionado. No entiendo lo que están haciendo los comisarios", dijo con franqueza. “Un piloto tocó a otro, ambos salieron de la pista, y ni siquiera investigaron el incidente. Esto no tiene sentido”.
El catalán agregó que esta falta de acción envía un mensaje peligroso a los pilotos, sugiriendo que pueden tomar medidas agresivas sin enfrentar consecuencias. “El mensaje que están enviando a todos los pilotos es que pueden hacer lo que quieran. Pueden tocar a otro piloto, salir de la pista, y esto es muy preocupante”, advirtió Espargaró.
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El catalán, que es amigo cercano de Jorge Martín y que dejará su asiento en Aprilia para el piloto madrileño en 2025, insistió en que la dificultad de adelantar con las actuales motos de MotoGP no justifica este tipo de incidentes. "No importa lo difícil que sea adelantar. En el pasado también podías tocar a otro piloto y salir de la pista, pero eso no lo hace aceptable. Lo importante aquí no es la dificultad de los adelantamientos, sino la seguridad y el respeto entre los pilotos”, concluyó Espargaró.