
A falta de dos meses exactos para el debut del Mundial de Superbikes en el circuito indio de Buddh (10 de marzo), todavía no es segura la celebración de esta carrera por una serie de problemas burocráticos relacionados con el sistema de aduanas indio.
En primer lugar, la normativa del país exige que todo material que vaya a ser importado de forma temporal tiene que llegar a la India quince días antes de poder ser retirado por sus dueños con el fin de llevar a cabo una serie de inspecciones. Esto implicaría que todas las motos y el material deberían estar sobre suelo indio el 24 de febrero como muy tarde, algo imposible teniendo en cuenta que ese día se disputa la carrera inaugural del campeonato en Australia.
Otro problema al que tendrán que enfrentarse los equipos está relacionado con el depósito que el gobierno indio les obliga a abonar para poder retirar las motos y el material después de su llegada al país. En el caso de las motos, los equipos deben pagar un 105% de su valor en el mercado (una media de 18.000 euros por moto) además de otro importe por todo el material, recambios y equipamiento. El gobierno indio tiene un plazo de seis meses para devolver este dinero.
Las soluciones que se plantean a estos problemas son bastante lógicas. En el caso de los quince días de cuarentena de material importado, Dorna debería pactar un cuerdo con las autoridades indias para que pudiesen hacer una excepción y reduzcan este plazo a 13 días. En el tema económico, se comenta la posibilidad de que el promotor de la carrera sea el que pague los depósitos de todos los equipos, ya que hay muchas escuderías, sobre todo de Supersport, que no podrían afrontar este gasto de forma individual.
De momento, Dorna ha convocado una reunión en Madrid la próxima semana a la que acudirán los representantes de varios equipos junto con la empresa encargada de organizar todo el transporte de material desde Australia hasta la India.
Fuente de la noticia: http://www.gpone.com