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 Redacción @todocircuitoweb |
Nadie puede con Jorge Martín los sábados. Tras su gran fin de semana en la India, el madrileño ha vuelto a ganar este sábado otra Sprint Race más, la de Japón, acumulando así un total de cinco triunfos sabatinos que permiten al piloto del PRAMAC Racing seguir presionando al líder de MotoGP, Pecco Bagnaia, en la particular pelea que ambos mantienen por el título, estrechando la diferencia hasta los 8 puntos.
Hoy nadie pudo con el #89 en Motegi; tras una pole de auténtico récord, el de San Sebastián de los Reyes completó una Sprint Race perfecta, liderando la prueba de principio a fin y manteniendo a raya al único piloto que le ha podido seguir durante la primera mitad de la carrera, Brad Binder, obligado a tirar la toalla en los últimos giros.
Un sábado perfecto para Martín que podría haberse tornado en catástrofe antes incluso de darse la salida, cuando su Desmosedici ha mostrado un fallo en el display tras hacer la vuelta de formación. En ese momento, los técnicos de Ducati -encabezados por Gigi Dall'Igna- han estado hablando con los comisarios de la FIM sobre cómo proceder con la avería, y a pesar de la tensión del momento, todo se pudo resolver a favor de Martín.
"La moto marcaba un error antes de la salida", ha explicado el español al micrófono de DAZN. "Cuando he vuelto del baño he visto que algo no iba bien, estaban Gigi y todos los ingenieros ahí, y les digo '¿qué pasa, qué pasa?', y al final nada, parecía que un sensor estaba roto, pero al final no".
Martín ha reconocido que, en ese momento, pensó que la posibilidad de no competir este sábado en Motegi era muy real: "No sabía si iba a poder hacer la carrera incluso. Al final he pensado que no dependía de mí, si podía correr, bien. Al final todo ha salido bien y la moto iba perfecta. Mantenerme con calma en ese momento ha sido bueno".
Volviendo a la carrera, hoy Martín ha demostrado que sabe sacar el martillo como nadie; las cinco primeras vueltas las ha dado a una velocidad de infarto, parando el crono en 1:44.0 y 1:44.1, y no ha sido hasta la sexta vuelta cuando se ha visto obligado a rodar tres décimas más lento ante la caída del neumático blando trasero: "No he mirado los ritmos, pero ha sido una carrera dura, la esperaba más lenta. Cuando he salido he sentido que tenía buen ritmo. He visto que Brad (Binder) estaba muy cerca y me ha hecho forzar más de lo que esperaba".
Martín sabe que está obligado a darlo todo en cada sesión si quiere poner nervioso a Pecco Bagnaia, y esta Sprint Race no ha sido una excepción: "He sacado todo lo que tenía. Al final, cuando he notado el bajón de las ruedas, he visto que la distancia con Binder se mantenía o aumentaba, eso quiere decir que él también tenía problemas. Me he centrado en intentar encontrar cositas para mañana. Por suerte aquí no hay duda con las gomas. Estoy contento porque en la India cometimos un fallo grande, y espero que aquí no vuelva a suceder".
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El español agradece el gran rendimiento de la goma trasera blanda que ha montado en la Sprint Race, un neumático que le ha permitido "hacer un gran ritmo desde el principio y escaparme", algo con lo que no contaba Martín antes de apagarse el semáforo: "No lo pensaba la verdad, creía que Marco, Pecco y Brad teníamos los tres un ritmo muy parecido. Mañana espero hacer lo mismo", sentencia el #89.
