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Yamaha señaló a principios de este noviembre su utópico, pero en cierto modo realista objetivo de llegar a las cero muertes en motocicleta en 2050. Los japoneses hicieron mucho énfasis durante una presentación en la mayor presencia de la tecnología en las motos, que llegará de forma progresiva pero imparable, con sistemas propios patentados.
Uno de estos nuevos sistemas es el que han apodado AMSAS (Advanced Motorcycle Stability Assist System), cuyo objetivo es que la moto no caiga al suelo en ningún momento y pueda mantenerse ‘en pie’ a velocidades inferiores a 5 km/h.
Mientras en el mundo de las cuatro ruedas las tecnologías no hacen más que avanzar, las innovaciones en el sector del motociclismo se reducen a pequeños sistemas o novedades tecnológicas que poco tienen que ver con mejorar la seguridad a bordo de la moto. Conscientes de ello, Yamaha quiere cambiar el panorama general de cara a 2050.
Partiendo de esa base y teniendo en cuenta la naturaleza inestable de las motocicletas, el AMSAS es un sistema de simple pero efectivo que se integra bajo la filosofía “Jinki-Kanno”, o la experiencia sensorial hombre-máquina que los japoneses no quieren alterar demasiado.
El AMSAS utiliza la información ofrecida por la IMU de seis ejes y, consecuentemente, equilibra de forma autónoma y automática la motocicleta mientras hace uso de la fuerza motriz del motor para regular su inclinación, siendo capaz de mover la moto hacia delante, hacia atrás y hacia los lados. Vamos, tomar su control absoluto.
Cuando la moto detecta que circula a menos de 5 km/h el sistema entra en acción para evitar que se caiga, siendo capaz, según lo que han mostrado los de Iwata, de hacer incluso giros en U para evitar que acabe cayendo y volcando. La intervención del conductor aquí es cero: ni dirección, ni estabilidad, ni acelerador, ni frenos, nada.
Para no intervenir demasiado en ese “Jinki-Kanno”, la experiencia de la moto seguirá siendo cosa del piloto, por eso no funciona ni asiste a velocidades superiores a 5 km/h.
En el vídeo en el que Yamaha muestra cómo funciona el AMSAS utilizan como prototipo a una YZF-R3 con motor de gasolina reconvertido en eléctrico. Aunque se pueden montar en un propulsor de combustión interna, los EV son más adecuados para esto, según señala la marca, ya que tienen menos retraso en el control.
Hace tiempo que Yamaha lanzó otros dos vehículos prototipo: un robot de conducción autónoma (Motobot, 2015) y una moto totalmente autónoma (Motroid, 2017). Pues el AMSAS es una combinación de la tecnología de ambos, permitiendo adaptarlo a vehículos existentes con cambios mínimos en el bastidor, ya que su estructura es de lo más sencilla.
Si no ha llegado a comercializarse aún es porque, tal y como señala el presidente de la fábrica de Iwata, es muy caro, y quieren “hacer el sistema más pequeño, ligero y sencillo”, y de ser así, llegará a ser realidad: “Si podemos solucionar los costes, nos gustaría ponerlo en el mercado ahora mismo”.
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Se estima que su precio actual es de más o menos 50.000 yenes, unos 345 euros al cambio para instalarlo en una moto. Una situación muy similar sucedió con la llegada del ABS, y ahora podría repetirse con el AMSAS. Aquí puedes ver su funcionamiento al completo: