 Redacción @todocircuitoweb |
El éxito que Pecco Bagnaia ha conquistado este año es el resultado de un gran trabajo de equipo en Borgo Panigale. El piloto italiano ha aportado su enorme talento y velocidad para hacer ganadora a la Ducati GP22, el prototipo más envidiado de la parrilla y una moto que ha sido copiada por todos los fabricantes de MotoGP a medida que Gigi Dall'Igna ha ido añadiendo inventos y nuevas soluciones con el paso de los años.
Ducati fue pionera en el uso de la aerodinámica en la categoría reina. También lo fue con la 'cuchara', el holeshot dinámico y en salida, las aletas del colín que hemos visto este año... en definitiva, el cerebro de Dall'Igna ha demostrado ser el más activo y despierto en la última década, y aunque Marc Márquez no se lo ha puesto nada fácil a Ducati, finalmente los italianos han podido celebrar en 2022 su segundo título de la categoría reina.
Para llegar a donde Ducati está hoy, la fábrica italiana ha tenido que evolucionar e innovar más que nadie. El punto de inflexión llegó en 2012, cuando Audi anunció la compra de Ducati y mostró su firme intención de fortalecer su programa de competición, una venta que no llegó a tiempo para conseguir que Valentino Rossi siguiera con el fabricante transalpino más allá de 2012, su segunda y última temporada sobre la Desmosedici antes de coger el camino de vuelta a Yamaha.
En 2013, ya con Nicky Hayden y Andrea Dovizioso en el equipo oficial, Paolo Ciabatti abandonó sus funciones como director del Mundial de Superbikes para regresar a la que había sido su casa, Ducati, hasta el año 2007. El directivo italiano tomó las riendas del proyecto deportivo de Ducati en MotoGP, y cuando aterrizó en el box del equipo italiano, se dio cuenta de que aquello necesitaba un impulso para poder hacer frente a las fábricas japonesas.
El propio Ciabatti lo explica en una entrevista que ha ofrecido a GPone.com con la temporada 2022 ya finalizada: "Volví a Ducati en 2013, después de haber trabajado para Infront en el Mundial de Superbikes. Ese fue sin duda nuestro año más complicado. Todavía recuerdo el viaje de Aragón a Barcelona, dentro de mí sentía que estábamos a punto de chocar contra una pared. Necesitábamos una especie de cambio radical, ya no sabía ni qué explicaciones dar a los distintos medios. Estábamos prácticamente contra la espada y la pared, y lo hablé con Domenicali".
Ducati estaba satisfecha con la pareja Dovizioso-Hayden, no así con el plantel técnico que estaba evolucionando la moto. Filippo Preziosi, padre de todas las Desmosedici hasta 2012, había renunciado a su cargo por motivos de salud en febrero de 2013, cediendo la dirección técnica del proyecto a Bernhard Gobmeier. La temporada iba avanzando, y aunque tanto Hayden como 'Dovi' estaban puntuando en todas las carreras, ninguno era capaz de meterse en la lucha por el podio, y no hablemos ya de la victoria.
Ciabatti sabía que su salvación pasaba por desarrollar una Desmosedici totalmente nueva, distinta a la que había salido originalmente de la mente de Preziosi, y fue entonces cuando Ducati centró toda su atención en el ingeniero de mayor prestigio en Aprilia y en toda Italia: Gigi Dall'Igna. "Todavía recuerdo la carrera de Brno, en 2013. Me acerqué a Gigi y le dije '¿a qué esperas para venir a Ducati?'. Al final vino e hizo una renovación muy evidente, y hoy estamos celebrando juntos nuestros éxitos en Superbikes y MotoGP", recuerda ahora Ciabatti, uno de los artífices del fichaje de Dall'Igna.
El ahora director deportivo de Ducati Corse en MotoGP ha tenido que mediar en todos los fichajes, renovaciones y disputas que ha habido con los pilotos de Borgo Panigale a lo largo de los últimos 10 años. Eso incluye el fichaje de Jorge Lorenzo, la posterior despedida del balear, el amargo final entre Ducati y Dovizioso y, por supuesto, la nueva mentalidad que se ha impuesto en Ducati a la hora de fichar jóvenes pilotos con proyección, véase el caso de Enea Bastianini, Jorge Martín o el campeón de MotoGP, Pecco Bagnaia.
Durante todos estos años, Ciabatti también ha tenido que escuchar muchas veces del supuesto interés que en Ducati ha habido por fichar al que ha sido su mayor rival en pista, Marc Márquez, un movimiento que, según Ciabatti, jamás se ha producido: "No, nunca lo hemos intentado de verdad. Sólo hemo husmeado un poco, nada más", responde a la pregunta de si alguna vez han ido en serio a por el mayor de los Márquez.
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No obstante, Ciabatti reconoce que sí hubo un piloto español al que Ducati tentó para darle una de sus Desmosedici oficiales, y no es otro que Maverick Viñales. El directivo italiano no especifica en qué temporada le propusieron a Maverick venir a Ducati, pero lo que sí puede confirmar es que fue el propio piloto catalán el que rechazó la propuesta que le lanzaron desde Borgo Panigale: "A quien sí buscamos fue a Viñales, pero no quiso venir", concluye Paolo Ciabatti.
