 Redacción @todocircuitoweb |
Raúl Fernández ha conseguido en Alcañiz una de esas victorias que posiblemente jamás olvidará. El piloto madrileño ha dominado de forma aplastante la carrera de Moto2 del Gran Premio de Aragón, y lo ha hecho sólo una semana después de pasar por quirófano para solucionar una fractura en un dedo de su mano derecha fruto de una caída mientras entrenaba con su bicicleta, una lesión que obligó al piloto español a tomarse con calma los entrenamientos libres del viernes y el sábado.
El dorsal #25 de Moto2 reconocía al término de la carrera que la ventaja de ocho segundos que llegó a disfrutar sobre Remy Gardner superado el ecuador de la carrera fue clave para tomarse con calma las últimas vueltas, donde la mano ya no le respondía: "Me ha venido bien tener una diferencia tan grande, porque en las últimas vueltas, sobre todo las cinco últimas, iba muy dolorido de la mano", ha dicho Raúl al micrófono de DAZN.
"Sabía a lo que venía, a sufrir, hace siete días estaba metido en un quirófano y ni sabía si podría venir a correr", recuerda el piloto del Red Bull KTM Ajo. "No tengo más que palabras de agradecimiento al Dr. Mir y a todo su equipo, la Clínica Móvil, Alpinestars... toda la gente que ha puesto su granito de arena para que esté yo aquí. No siento la mano, las últimas cinco vueltas eran sufrimiento puro, además veía que seguía aumentando la diferencia, y me he dicho 'relájate', y cuando lo he hecho me ha venido el golpe en la mano. Difícil... la mano tiembla sola".
La emoción de correr en su país y las dudas que tenía sobre la respuesta que le iba a dar su mano derecha en la carrera le quitaron el sueño a Fernández: "España, el público, Aragón... mucha emoción. Esta noche no podía dormir, he dormido tres horas y media, sólo quiero coger la cama y dormir. Se ha acumulado todo, un fin de semana muy especial porque además está aquí la familia de Hugo Millán, esto es por ellos, es el resultado que se merecía Hugito, no se merecía terminar como terminó esa carrera, se merecía terminar como hemos acabado nosotros aquí arriba. Le conocíamos desde pequeñito, habíamos crecido todos juntos en la Cuna de Campeones, y es para él. Esto es para Hugo", insistía Raúl, visiblemente emocionado.
El piloto español agradece la calma que viene asociada a esta victoria después de unas semanas difíciles a nivel personal entre la lesión, sus caídas y todo el debate que ha habido en torno a su futuro: "Llevo cuatro carreras en las que sólo he dormido tres horas, me cuesta mucho, no estoy relajado, no me salen las cosas como me gustaría y me ataco más. Esto me va a hacer coger un poco de aire y estar más relajado. Sabía que si había un circuito donde podía hacerlo bien con la mano así era aquí. El año pasado, sufriendo, consiguiendo aquí mi primer podio... muy duro. Se ha juntado todo. En la última vuelta iba llorando por la gente, la mano, te vienen recuerdos de Hugo también, que estuve viendo su carrera en directo. Eso también va para todos ellos".
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Por último, Fernández no tiene reparos a la hora de alabar la temporada que está haciendo su compañero de equipo: "Creo que Remy está haciendo el mejor mundial que ha habido en la historia de Moto2. Es así. Hay que felicitarle, tiene seis años de experiencia y eso juega a su favor, no le quita mérito ni mucho menos. También somos ya campeones del mundo por equipos, todo suma. Yo soy rookie, todo lo que venga está bien. Son cinco victorias ya, lo que no conseguí luchando dos años en Moto3", concluye Fernández, que ya cuenta con cinco triunfos en su año de debut en Moto2, a sólo dos de igualar las siete que logró Marc Márquez en su primer curso en la clase intermedia.
