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Brad Binder tuvo la oportunidad de comprobar en Mugello el paso adelante que KTM ha dado en el Gran Premio de Italia con el nuevo chasis que Dani Pedrosa y Mika Kallio han venido desarrollado durante estas últimas semanas.
El hecho de que su compañero Miguel Oliveira conquistara en el circuito de la Toscana el primer podio del año para KTM y el quinto puesto alcanzado por el sudafricano a menos de cinco segundos del ganador de la carrera, llenan de esperanza a los pilotos de la fábrica naranja de cara a las próximas citas del campeonato.
Si bien en Mugello se habló mucho del nuevo suministrador de gasolina con el que KTM ha cerrado un acuerdo reciente en MotoGP -ETS Racing Fuels, formado por antiguos ingenieros de ELF-, es evidente que el paso adelante que han dado las máquinas de Mattighofen en Mugello no se debe únicamente al combustible utilizado por la RC16.
Durante su charla poscarrera con la prensa, Binder señaló al nuevo chasis desarrollado por el equipo de pruebas de KTM durante los últimos meses como el gran culpable de la velocidad demostrado por la RC16 en Italia, un prototipo que ya empieza a parecerse a la moto que ganó tres carreras en 2020.
"El punto más destacado en el que hemos mejorado con el nuevo chasis es que ahora el giro sale de un modo más natural", destacó Binder, que hoy ha firmado su renovación con KTM hasta finales de 2024. "Cuando una moto gira de forma más natural, no tienes que confiar tanto en el borde de los neumáticos y además beneficia a la duración del neumático trasero a lo largo de la carrera".
Después de los problemas que KTM se ha encontrado con los Michelin de este año, este nuevo chasis parece solucionar todos sus quebraderos de cabeza de un plumazo: "Ahora podemos mejorar la salida de la curva al tener una zona de contacto con el neumático más grande. Estoy contento con el paso que hemos dado, y creo que será bueno para nosotros en las próximas carreras".
De hecho, de no haberse golpeado con Marc Márquez en la segunda vuelta de la carrera, Binder está convencido de que su ritmo le habría llevado al podio junto a su compañero Oliveira. Lamentablemente, el contacto que Brad y Marc protagonizaron en la curva 2 de Mugello hizo que el airbag del mono del #33 se activara, haciéndole perder mucho tiempo en las primeras vueltas.
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"Cuando Marc me golpeó hizo que saltara el airbag del mono", afirma Binder. "Tuve que correr con el airbag activado toda la carrera, prácticamente no podía respirar ni moverme sobre la moto, perdí muchísimo tiempo. Tardé un rato en recuperar mi ritmo".
El sistema de airbag que equipan los pilotos de MotoGP se deshincha de forma progresiva con el paso de los minutos, y eso salvó a Binder para poder mantenerse en la octava plaza y, de ahí en adelante, remontar posiciones hasta terminar quinto. "Cuando el airbag se disparó era muy difícil moverse, era muy complicado descolgarse de la moto. Lo más difícil era meterse bajo la cúpula, y cuando no puedes esconderte del viento a 350 km/h, el caso se acerca a tu cuello varios centímetros", comentó el sudafricano.