Michelle Piro ya empieza a impacientarse ante los continuos retrasos que está sufriendo la CRT del equipo Gresini, la moto con la que correrá las 18 carreras del mundial de MotoGP este año. A estas alturas, el italiano todavía no ha podido subirse a la moto, a diferencia del resto de escuderías CRT que sí han podido hacer diversos test en Jerez y Sepang.
Respecto a su situación, Pirro asegura "estar muy preocupado". Y añade: "FTR nos tenía haber entregado el chasis el 15 de enero, y todavía estamos a la espera. Es un tiempo perdido, y sólo nos quedan los IRTA de Jerez y los test de Qatar. Nunca esperé verme en esta situación a mi llegada a MotoGP". El italiano ha podido, al menos, entrenar este invierno con una CBR 1000RR de Superbikes en Vallelunga: "Estuve desoxidándome un poco, y además lo hice también para coger experiencia con los frenos de carbono, que nunca había utilizado".
Todo el retraso que está sufriendo la CRT de Michelle Pirro se debe, al parecer, a "problemas con el asiento y otros detalles", comenta Fabrizio Cecchini, director técnico de Gresini. "Es algo que también le pasa a equipos más grandes, así que imagínate a nosotros. Al menos el motor ha demostrado en banco que la potencia es buena. A diferencia de los motores de Aprilia, el de Honda no sufre problemas de retención, así que creo que podremos sacar más caballos que con la moto de Superbikes una vez hayamos afinado todo. Respecto al chasis no esperamos grandes sorpresas, aunque lógicamente habrá que hacerle una buena puesta a punto".
La CRT de Michelle Pirro equipa el mismo motor que la Fireblade 2012, puesto a punto por Ten Kate para lograr el máximo rendimiento, con una potencia que, según se comenta por la Red, rondaría los 220 cv. Si FTR entrega el chasis a tiempo, Pirro podría probar por fin su CRT el 16 de marzo en Ímola, durante los test del CIV (Campeonato Italiano de Velocidad).
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