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El Grupo Detector ha elaborado un informe con los datos de la cartera de clientes de la compañía que resume cuáles fueron las preferencias de los ladrones de coches y motocicletas en España durante el año 2019.
Según datos del Ministerio del Interior, la tasa de robos de vehículos en España es superior a la media europea. Cada día, en torno a 100 coches y motos son robadas en nuestro país. La probabilidad de sufrir un robo varía en función de la marca, modelo o la zona de residencia.
Las conclusiones del informe de robos de coches de 2019 elaborado por 2019 revelan que la marca de coches que sufre más robos es Toyota con el 24%, a esta le sigue BMW con el 22% y Audi con el 13%. Por modelos, el coche más robado en España es el Toyota Land Cruiser con el 15% de los robos, el segundo modelo más robado es BMW X5 con el 14% y el tercero el Audi Q7 (12%).
Las provincias en las que más robos de coches hay son Madrid con el 25%, Barcelona (17%), Málaga (14%), Alicante (10%), Valencia (7%) y Vizcaya (6%). Los meses en los que ha habido más robos son febrero y septiembre con un 13% de los robos cada uno, seguidos de abril y junio con un 12% cada mes.
En lo que respecta a las motos, la marca más robada es Yamaha. Tres de cada diez motos robadas en España salió de la fábrica de Iwata (un 32%), seguida de Honda con un 28% y Kawasaki con un 17%. También resulta interesante comprobar que una de cada cuatro motos sustraidas en nuestro país es una Honda Scoopy 125 (25%); otro scooter, en este caso el TMAX de Yamaha, se convierte en la segunda moto preferida por los ladrones con un 21% de los robos, un top tres que completa la superventas de Kawasaki, la Z800 (15%), ya sustiuida en el mercado por la Z900.
Barcelona, con el 38%, es la provincia en la que más robos de motos hay. La lista continua con Madrid (17%), Alicante (10%), Sevilla (8%), Málaga (6%) y Murcia (5%). Los meses en los que ha habido más robos son marzo con el 16% y noviembre 18%.
Según explican desde Detector, gran parte de los robos son organizados por bandas cualificadas para encontrar y desactivar los sistemas de seguridad que los fabricantes incorporan de serie. Una vez que el vehículo es sustraído, si no consigue ser recuperado, es común que acabe vendido por piezas, en un país extranjero o utilizado para cometer otros delitos.
El ‘modus operandi’ del ladrón o la banda es observar las rutinas del coche deseado y, una vez averiguado el momento perfecto, utilizan diversos métodos para robar el coche.
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Entre ellos hay los que les permiten robar coches con una moneda e incluso métodos capaces de robarlo en 30 segundos, con complejos sistemas de conexión al puerto EOBD (European On board diagnostics). El puerto EOBD se asemeja mucho a un USB y desde este se tiene acceso a toda la electrónica del vehículo. Desde ahí, y con el uso de inhibidores, se permite desconectar el inmovilizador y arrancar el vehículo.