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La vuelta de Jorge Lorenzo al Mundial de MotoGP no fue la esperada. El balear sigue sufriendo por su condición física. Las lesiones que lleva arrastrando desde hace un año le han pasado factura y así lo reconoció en Silverstone: “Debido a mi condición física actual, no me fue posible tirar con la moto al 100 por ciento durante todo el fin de semana”.
El de Honda finalizó en la 14ª posición en Gran Bretaña contra todo pronóstico. No obstante, las alarmas saltaron en el box del ala dorada en los test de Misano. El español finalizaba su trabajo antes de tiempo debido a las molestias que tenia tras la lesión que tuvo en el Gran Premio de Holanda.
La condición física de Lorenzo no es la deseada y es evidente. El campeón del mundo lleva arrastrando un conjunto de más de cinco lesiones desde hace un año que no ayudan especialmente a su recuperación. Bien es cierto que unas eran de menor gravedad que otras, pero estos incidentes han pasado factura a Lorenzo.
El calvario del #99 comenzó en Motorland Aragón el pasado año. El balear tenía una fuerte caída en la primera curva que le supuso una dislocación del dedo gordo del pie y una fractura del segundo hueso metatarsiano de la mano derecha. Desde ese instante, todo han sido lesiones.
La gira asiática no iba a respetar al español. La primera cita fue el Gran Premio de Tailandia. El trazado de Buriram le tenía guardada una no grata sorpresa. El balear se fue al suelo tras un fuerte high-side sobre su Ducati que le provocó magulladuras y un esguince en el pie derecho, el mismo que en Motorland se lesionó.
El 2019 no iba a ser más tranquilo. En enero se lesionó entrenando con una moto de dirt-track en Italia, y tenía que ser operado del escafoides de la mano derecha. Esta intervención fue un fuerte hándicap, puesto que no pudo hacer prácticamente la pretemporada ni adaptarse del todo a la RC213V.
La primera cita de la temporada no iba a respetar al español. Lorenzo se caía en el FP3 del Gran Premio de Qatar y sufría una fisura en la primera costilla derecha, junto a fuertes contusiones en la espalda y muñecas. Desde ese instante, el balear fue arrastrando las molestias durante varias semanas.
En Catalunya siguió su via crucis particular. Tras la caída que tuvo durante la carrera en la que se llevó por delante a tres pilotos, en los test del lunes también tuvo unaa fuerte accidente a alta velocidad que le provocó fuertes dolores en el pecho y espalda. Diez días más tarde, en Assen, otro incidente le provocaba una fractura en la sexta vertebra torácica junto a una grieta capilar en la octava, que hizo que estuviera fuera de las pistas durante varias semanas.
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Este cúmulo de lesiones ha jugado en contra del español y su tiempo de recuperación. Lorenzo tiene el reloj en su contra, bajo la atenta mirada de la presión de regresar a la competición en la mejor forma posible. No obstante, es evidente que no está recuperado del todo y sus resultados así lo demuestran.