Honda CB750 Type 13 de Auto F�brica

Por Borja Arias @borjarias | Google+

Teniendo luz verde por parte del futuro propietario para convertir el boceto inicial en una obra maestra, el dúo inglés se puso manos a la obra para dar forma a esta clásica japonesa. Lo primero y más lógico, era desmontar por completo la moto para desechar cualquier pieza prescindible o que enturbiase la sencillez de sus líneas.

Listo el punto de partida, el primero en sufrir modificaciones es el chasis, del que se eliminan partes innecesarias, y con la intención de aumentar la rigidez del marco, se suelda una 'X' de tubos de acero en la sección central y se remata con nueva pintura en color negro brillante.

El esquema de diseño tanque-asiento-colín guarda una sintonía casi milimétrica, dando una continuidad y fluidez perfecta desde el inicio del depósito de gasolina hasta el extremo final del colín, donde se aloja una nueva luz de freno de tipo LED. El asiento, se encaja en la pieza del colín con maestría y recibe un revestimiento en cuero granate y presidido por el logotipo de Auto Fábrica.

Sin marcharnos del depósito de gasolina, el cual se mantiene de origen, y ayudando a la simpleza del conjunto, encontramos oculto en el propio tanque, el depósito del aceite, hecho de forma artesanal y encajado a la perfección tras las pertinentes modificaciones. Por último, se remata el trabajo de esta sección longitudinal con una pintura gris metalizada que garantiza la elegancia final del conjunto.

La mecánica no se queda exenta de modificaciones, puesto que a petición del cliente, esta debía mejorar en rendimiento y renovarse al máximo en la medida de lo posible. Para ello, el motor ha sido reconstruido prácticamente en su totalidad, aumentando su 'musculatura' gracias a un kit Wiseco que eleva su cubicaje hasta los 836 cc.

Los carburadores, igualmente se han restaurado y afinado, añadiendo nuevas trompetas de admisión para aumentar el caudal de aire que entra en los mismos, y por supuesto, como se ve en las imágenes, esta CB750 cuenta ahora con 4 nuevos escapes de acero inoxidables, fabricados a mano y cuyas líneas se ajustan a la perfección al bloque.

Las suspensiones también se actualizan. En el caso del tren delantero, la horquilla convencional de origen se ha reconstruido por completo, mientras que los amortiguadores traseros han sido sustituidos por unos nuevos con capacidad de regulación y un mayor recorrido.

Para los frenos se ha optado por equipar al conjunto con pinzas Brembo, de cuatro pistones en el eje delantero y por partida doble, mientras que en el eje trasero se monta una sola pinza mono pistón, teniendo en ambos casos que haber fabricado un adaptador para su anclaje y acople de discos con mayor diámetro.

Respecto a las llantas, también son nuevas, con radios de acero y aros de aluminio, los cuales se han pintado en negro brillante a juego con el chasis, e imprimiendo ciertos matices deportivos. Las medidas son de 19 pulgadas para la delantera, y 18 pulgadas para la trasera, ambas calzadas con neumáticos Avon Road Rider.

Todo el apartado electrónico se ha simplificado al máximo, ayudando así, en la sensación de limpieza y armonía del bloque. Todo el cableado se reducido y recogido al máximo, mientras que para el cuadro de instrumentos se ha montado un tacómetro de corte clásico que incluye una pequeña pantalla digital para facilitar información básica.

Un faro cromado también de de corte clásico, un guardabarros delantero de aluminio hecho a mano y con acabado cepillado, unos puños de cuero con contrapesos de latón, rematan un trabajo de exquisitez justificada, y belleza atemporal.