Yamaha Yard Built XJR 1300 Botafogo N de Numbnut Motorcycles

 

 

Con unas líneas sencillas, que fluyen con total armonía desde la parte delantera hasta su final, el equipo holandés de Numbnut Motorcycles ha querido rendir homenaje al FIAT Botafogo, un coche, si es que se le puede llamar así, fabricado a mano con la única intención de batir el record de velocidad allá por el año 1922. Tras acoplar un motor FIAT A.12 de seis cilindros y 21,7 litros de cubicaje que generaban 350 caballos de potencia y después de varios intentos, su constructor, Ernest Eldridge, logró batir el record con una marca de 234,97 km/h.

 

Con dichos antecedentes y bajo la denominación de Yard Built, se pusieron manos a la obra utilizando como base la codiciada Yamaha XJR 1300. Contrario a lo habitual en este 'mundillo', el chasis se ha mantenido original, sin modificaciones algunas, así como su bloque motor al cual únicamente le han añadido unas toberas de admisión Steel Dragon Performance en aluminio para mejorar el rendimiento.

 

Para su nuevo diseño estético se ha montado una nueva cúpula de corte clásico y de marcado carácter racing. En ella se integra una rejilla frontal en cuyo interior se ha montado el faro de tipo LED que se encarga de la iluminación. Marchando hacia la parte trasera encontramos un nuevo tapón de depósito hecho artesanalmente y con forma de tuerca, y para el colín se ha optado por una pieza de líneas redondeadas que convierte a la moto en monoposto, con el asiento en piel alcántara, obra de Ellen Meyer. En este apartado hay que hacer especial mención al trabajo de pintura que ha corrido a cargo de Mark Van Wijk, inspirándose en el color original del FIAT y cuyo resultado es un lacado verde atemporal.

 

Además de montar una nueva admisión al motor, también se han montado nuevas piezas para mejorar el comportamiento y rendimiento de la Yamaha, con un nuevo radiador RF Biketech, así como un nuevo kit de distribución con cadena de competición de 520, y piñón de ataque de la marca Chiaravalli. El sistema de escape, como suele ser en este tipo de customizaciones, es artesanal, y de esta labor se ha encargado  MVS Race Engineering acoplando un sistema 4-2.

 

 

En cuanto a su parte ciclo también recibe mejoras de alto nivel. Para la suspensión delantera se ha optado por montar una horquilla heredada de una Yamaha YZF R1, al igual que la pinza de freno de seis pistones y los propios discos. La suspensión trasera está gestionada por dos amortiguadores Öhlins con botella exterior, y en ambos ejes se han montado nuevas llantas de radios de la firma Boranni M-Ray con acabado en negro satinado y montando neumáticos Pirelli Phantom Sport. 

 

Otros de los elementos que completan esta espectacular obra de arte son su nuevo y sencillo cuentakilómetros Stack ST 200, los nuevos puños de la firma Bitwell, así como otros elementos hechos a mano como manetas de embrague y freno, estriberas, o la propia tapa del piñón de ataque, todo ello para dar como resultado esta obra de arte neo-clásica y que rinde tributo a otro clásico de la automoción hecha a mano.

En el siguiente vídeo podrás ver parte de su proceso de construcción así como el resultado final en movimiento: