Moriwoki

Hola a todos.

Hoy os traigo un editorial en el que he estado trabajando buena parte de la semana. Este escrito analiza desde un punto de vista lo más aséptico posible y, sobre todo, lo más motorista posible la cobertura que este año ha hecho Mediset del Mundial.

Creo que es quizá algo diferente a todo lo que he leído hasta ahora y su principal objetivo no es otorgar la razón a su autor (pienso que la razón está ahí y no es de nadie), sino aportar algo más, quizá algún aspecto nuevo a todo lo que ya se ha comentado.

En fin. Espero que os resulte interesante.

Muchas gracias.

UN AÑO CON MEDIASET EN MOTOGP: SE PUEDE HACER PEOR



Seamos constructivos y hablemos de lo positivo, que pienso es mucho, y dejemos a un lado la otra parte, la menos positiva, o la muy negativa, de la que pienso que ya se ha hablado más que suficiente. Se hablado y escrito tanto que, incluso, hemos dedicado en Super7 un editorial a la dichosa ventana publicitaria, que, aunque no se trate de una novedad introducida por Mediaset, sí es cierto que ha contribuido a perpetuarla, minimizando y enmudeciendo por intervalos las retransmisiones otro año más, a pesar de darle un nuevo y personal formato.

Bien. Antes de escribir este editorial, hice un repaso mental por todo lo vertido en los foros más arraigados al mundo de La Moto -en especial al de la velocidad- y me quedé con la impresión de que, si seguimos incidiendo y repitiendo las mismas críticas sobre los mismos apartados y sobre los mismos personajes de estas retransmisiones, caeremos en esa costumbre tan extendida en nuestro país, hasta llegar a convertirse en un deporte nacional, de criticar y criticar con un cacareo facilón y repetitivo, sin dar alternativa y, además, volviendo a pasar sin el más mínimo reparo por la casa del censurado, a comprar en el comercio del reprobado o a sintonizar el programa del medio criticado.



La afición de nuestro país ya ha soportado en bastantes ocasiones las carencias, la vehemencia e incluso la insolencia de algunos mensajeros; pero por encima de todo eso, lo que el aficionado español ha tenido que sobrellevar a lo largo de más de tres décadas ha sido la supina ineptitud de algunos de los profesionales de la información traídos desde cualquier otro segmento del periodismo a las pistas del Mundial de La Moto. Hoy das el tiempo en el informativo territorial, mañana estás mariposeando por los boxes de todo un Campeonato del Mundo. Hoy recitas estadísticas de carreras y mañana presentas un programa-concurso. Hoy estás, alcachofa en ristre, recorriendo el pit line y mañana moderas un desayuno de tertulianos autoproclamados como tribunos de nuestra sociedad.

Desde la ignorancia más osada en la primera década…, sí, aquella que señalaba “el de la moto verde, el de la moto roja” y que ni siquiera empleaba la palabra “piloto” porque para ella sólo existían los de Iberia. Sí, aquella misma ignorancia que veía a las motos describiendo una serie de eses recortadas durante la vuelta de calentamiento y explicaba su motivo -tal y como lo escribo- como una maniobra para limpiar de los neumáticos “esa grasilla” que, según decían, acumulaban vaya usted a saber dónde. Sí, aquella misma ignorancia que enmudecía durante largos segundos mientras aparecía en pantalla un piloto, incluso el campeón, y no mencionaba su nombre hasta tiempo después –si es que lo hacía- de aparecer en un rótulo superpuesto. Pues, como decía, desde aquella osada ignorancia desplegada en las primitivas retransmisiones hasta la vehemencia más reciente que atropellaba con ansia de superioridad los comedidos comentarios de los más expertos; desde la monótona voz, con su tono fijo e imperturbable, de quien finalmente aprendió y evolucionó, después de catorce años de repetido contacto con las motos y antes de una forzada prejubilación, hasta el patético rostro de un sujeto engreído de algo que sólo él mismo sabrá, si es que lo sabe, y con un grado tan extremo de inoportunidad que provocaba, no sólo la vergüenza ajena del espectador, sino el propio temor del mismo a presenciar en cualquier momento una escena de violencia retransmitida en directo desde el muro de la pista: Santa paciencia han debido amasar con él pilotos, técnicos, mánagers o padres de piloto para no explotar con sus pueriles obviedades lanzadas el momento más tenso del domingo.



Ahora, en 2.012, Mediaset ya ha tenido sus apartados, y también sus personajes, empicotados en esa plaza pública en la que se han convertido los foros digitales.

CONTINÚA EN...

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