Bajo mi experiencia, creo que sin dudarlo me compraría la que me permita entrar antes al circuito. Es una sensación imposible de obtener en la calle. Después de unas 12 motos -las 3 úlitmas circuiteras-, con medio siglo a las espaldas, aún espero con ansia el día que toca el siguiente circuito, la siguiente rodada, la próxima aventura. Enterré a varios amigos a final de los '90 por estas carreteras de Dios, hasta que me decidí la que fué mi última salida por calle...y me compré mi 1ª circuitera. Es un mundo que engancha. Que divierte. Que enseña y hay muchos circuitos que conocer. Ánimos con lo que decidas.