Fijaros en la pedazo de hostia que se calzó Carlos Checa ayer mientras participaba en una pachanga de karts en Motorland. Al parecer perdió el control del kart en una curva y terminó metiéndose debajo de una de las vallas que hay alrededor del trazado
Aquí le veis feliz y contento y sin saber la que le viene encima:
Y aquí el momento en el que se come la valla:
Según cuenta los allí presentes, hubo un silencio sepulcral instantes después del piñazo, ya que fue bastante aparatoso. Por fortuna Checa se levantó por su propio pie y tras una visita a la enfermería parece que todo quedó un tremendo susto... aunque se fue con dolores en el hombro y la pierna derecha.