Moriwoki

Hola a todos.

Este programa contempla la isla y el TT desde un punto de vista puramente literario. Se habla de la leyenda que envuelve a la Isla y su carrera, se habla de la particular afición que allí se congrega cada año y, se habla, también y entre otras cosas, de las sensaciones y sentimientos de sus pilotos. Creo que es una visión nueva y completamente diferente, que cuenta con la valiosísima participación de Antonio Maeso y Sergio Romero, que, como muy bien sabéis, son los dos únicos españoles que han participado en la era moderna del Tourist Trophy.

En fin, espero que os guste.
Muchas gracias.



Dejamos aquí el texto cuya lectura abre el programa de radio, ilustrado con fotos a las que se hace alusión a lo largo del mismo.


Escritos de La Isla de Man



Steve Hislop contempla toda la extensa bahía de Douglas a través de la estatua erigida en su memoria y colocada en un privilegiado promontorio de su extremo norte. Desde allí, año tras año, ve transitar a lo largo de todo el paseo marítimo a los quemados, a los puristas de la velocidad y a los nostálgicos que sacan a pasear sus antiguas joyas relucientes. También contempla el paso del poderoso percherón, tirando del tranvía con turistas de La Moto que se dejan acariciar el rostro por la apacible brisa de junio.



Steve Hislop, once veces ganador en La Isla, falleció en 2003 a consecuencia de un accidente de helicóptero; ciertamente, una muerte paradójica para un hombre que había transitado durante tantas y tantas ocasiones por los pasajes más oscuros y vertiginosos del riesgo. Steve Hislop mira ahora el puerto de Douglas a través de esos ojos oscuros de bronce, enclavado justo al otro extremo de la bahía en el que sus habitantes le han inmortalizado, y allí ve cada año cómo los quemados desembarcan del indigno cascarón que les trae a la de Man desde las otras islas más grandes del Imperio Británico. Allí ve bajar a tierra motos y motos deportivas, con mochilas a las espaldas de sus pilotos, con sacos de dormir cogidos con gomas a sus colines estilizados, con paquetes y bolsas amarrados a las formas traseras de las motos empleando las maneras más espartanas, incluso con la eventualidad de una cinta de embalar o con la frágil protección de unos plásticos para desperdicios. Son los quemados del Reino Unido, de Europa, del mundo entero, que hacen su despliegue sobre La Isla, incluso de madrugada, con el mono completo de carreras. Las deslizaderas de kevlar, las protecciones de titanio, los nombres y apodos recortados en relieve e incluso una publicidad no pagada. Son auténticas réplicas de los pilotos que tomarán la salida en el Tourist.Trophy, preparados para sustituirles perdidos en sus anhelos ante una imaginaria eventualidad, para aprovechar una oportunidad que sólo podría existir en el mundo onírico de un quemado de la velocidad.

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